viernes, 8 de febrero de 2013

Acorralado?

Me levanto cada madrugada para ir a la fábrica, a esa hora en la que solo encuentro aparcados los coches del panadero, del guardia nocturno ó del barrendero  y, luego de trabajar una hora, salgo a marchar unos 12 kilómetros y volver de nuevo a ponerme delante del ordenador durante otras  nueve horas más cada día. Toda la vida he sido amateur de ésto y, aunque cuando era junior, allá por 1991, llegué a soñar con ser el mejor, ganar medallas, acumular fama y lucrarme con dinero público a costa de la marcha, ahora pienso que ello hubiese sido un grave error. Solo hay una forma posible de compararse, históricamente, con aquellos marchadores de hace cincuenta años. Madrugar, caminar y trabajar, como ellos hacían. Una vida espartana y solitaria, aparentemente sinsentido, pero con todo él.
 
 Allí donde tengo un minuto de ocio a lo largo de cada día, me vengo al ordenador a escuchar alguna banda sonora de películas como "Desayuno con diamantes", admirando la interpretación que Audrey Hepburn y George Peppard hicieron allá por 1961, ó  me pongo a buscar y rebuscar, en el google, las pocas fotos y videos que hay de aquellas pruebas olímpicas de 50 kilómetros marcha de Roma 1960, Tokyo 1964 ó Munich 1972, viendo a Thompson, Pamich, Soldatenko y Kannemberg, grandes marchadores que lograron ser los mejores de sus épocas caminando.
Me doy cuenta entonces de que muchas de las cosas en las que busco ese "algo" que aprender cada día, las encuentro en documentos, fotos y vídeos anteriores a mi nacimiento.
 
Teniendo en cuenta que me encuentro en una encrucijada deportiva que me bloquea, a la hora de ponerme un dorsal y colocarme en la salida de pruebas de marcha atlética olímpica al estilo actual, donde se juntan dos maneras de desplazarse en una única clasificación: "caminar rápido" y esa "ridícula manera de correr con la pierna recta y sin que se note", que me aboca siempre a una odiosa comparación con terceros en la que nunca resultaré victorioso, me pregunto si no estaré acorralado en una época en la que no debí nacer.
 
 
Fotos: Arriba, Instantanea de Peppard y Hepburn en "Desayuno con Diamantes"(1961), donde reza una leyenda que parecía adivinar el futuro "Dont Walk".
Abajo, Soldatenko dorsal 45, encabeza el grupo en la Copa del Mundo de marcha del año 1970 (Copa Lugano).
 
 
 

2 comentarios:

  1. Pues sí, practicamos un deporte que en su vertiente más competitiva murió hace ya cuarenta años.

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  2. Es lo que dices, es mejor compararse con terceros porque los primeros corren demasiado.

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