lunes, 23 de junio de 2014

Personas sin alma

Ayer fue un día ciertamente extraño, quizás hasta trágico para muchos, dentro de la historia del club de fútbol Unión Deportiva Las Palmas.
Aún no entiendo como se pudo llenar el Estadio de Gran Canaria, al que yo me sigo empeñando en llamar el Insular, como el viejo estadio de Ciudad Jardín. Cuentan que había unas 32.000 personas. Treinta y dos mil grancanarios pagando por ver fútbol en directo son demasiadas para un 35% de paro. Cuestión de prioridades, supongo.
Un treinta y cinco por ciento de paro en el conjunto de la población pero, según cuentan los del INE, un 65% entre la población menor de treinta años, lo que llaman desempleo juvenil. Menos aún entiendo como pueden tener, nuestros veinteañeros, sus buenas perras para comprar una entrada. Supongo que también cuestión de prioridades.
De las derrotas se aprende. Ayer la sociedad grancanaria salió derrotada del Insular. Se demostró a ella misma que tiene un grave problema de valores, de civismo y de respeto.
Quizás hayamos perdido demasiado tiempo intentando rebatir las estúpidas cifras y mensajes macroeconómicos que, desde la capital del reino, nos envían para que levantemos el ánimo y dejemos la objetividad bajo la alfombra del baño. No hemos sido capaces de predecir que, indudablemente, nada bueno viene en camino para una sociedad con casi dos generaciones perdidas.
Lo que ayer y hoy, desde nuestros teclados, hemos tachado de subnormales y de retrasados son, realmente, personas sin alma. Nosotros los hemos creado, permítanme que, como uno más de los que los han creado, me atreva a bautizarlos. Personas sin alma va bastante bien, a mi parecer.
Y eso es lo que se supone que hacen las personas sin alma. Comen, beben y destruyen. Nadie les ha enseñado otra cosa y, por tanto, nadie debe esperar otra cosa.
De los chicos que invadieron el campo ya nos estamos encargando entre todos. A mí, lo que realmente me gustaría, es reunir en un buen recinto a esos miles de paisanos canariones, incluyendo algún jugador de fútbol de la UD, que han utilizado palabras tan dañinas y absurdas como las de subnormal o retrasado y ponerles delante a un grupo de personas con discapacidad y, por supuesto, con alma. Las personas con discapacidad si tienen alma.
Ayer, si hubiésemos llenado el Insular de personas con discapacidad, hubiésemos logrado el título de mejor afición del mundo y, de paso, una nominación para el Nobel de La Paz y La Concordia.
Bueno, al menos no subimos a Primera. De haberlo logrado, todos sabemos que parte de los dineros públicos de sanidad, educación y servicios sociales hubiesen ido a parar a las arcas del equipillo, para poder comprar buenos jugadores de Primera, de esos que, aparte de tener mejor definición de tres cuartos de cancha hacia delante, se defienden ante un micrófono y, con un poco de suerte, hasta tienen alma.
Me hubiese gustado que mis amigos hubiesen vendido, como yo, bocatas de queso y salami en el Insular hace ahora treinta años, cuando venía mi Barça con Maradona, el Bilbao de Clemente, la Real de López Rekarte, o el Madrid de la Quinta del Buitre. Aquello le permitía a uno ver que los mismos insultos se proferían al árbitro, al rival y, hasta a los propios amarillos, tanto desde la Naciente, con sus ultras y su mala prensa, como desde la excelsa Tribuna de la jet-set local, donde el traje de chaqueta y corbata era lo más habitual. La violencia no es un don exclusivo de los poligoneros, chabolistas y matados. La violencia solo es común en las personas sin alma, vivan en Ciudad Jardín o en las chabolas del Martín Freire.
Ayer, aunque aún no lo sepamos, fue un gran día. Una especie de punto de inflexión y una oportunidad para que la sociedad grancanaria pudiese verse retratada a sí misma. Cuentan que muchos pasaron vergüenza ajena. Quizás alguno de esos muchos decida irse moviendo para hacer conciencia social. Ya saben que con los políticos no podemos contar. Toca recortes. Yo voy a seguir empollando un poco de geografía. Nos cambian el mapa político cada par de años. Digo yo si será para que les compremos los libros a los chiquillos de nuevo y hacer negocio:
"...Canarias. Provincias de Las Palmas y de Santa Cruz de Tenerife. Ciudades importantes: Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna, Santa Cruz, Madrid y Bruselas..."



jueves, 19 de junio de 2014

una horita menos.

Que mi tiempo se agota es algo que ya tengo claro desde que titulé en la EGB. Desde entonces, en Canarias, habrá llovido al menos una docena de veces. Ya he visto un dictador, dos reyes borbones, tres o cuatro papas en el Vaticano, un cambio de siglo y de milenio, un cambio de moneda, dos copas de Europa, un mundial y algún que otro suceso paranormal.
Porque no me digan ustedes que es normal que anoche la España peninsular tuviese como rey, cuando los relojes allí señalaban las doce, a Felipe VI y nosotros, aquí abajo, en ese mismo instante y marcando los relojes las once, fuésemos aún súbditos de Juan Carlos I.
Un pueblo que necesite dos reyes al tiempo, para meterlo en vereda, debe ser un pueblo difícil de lidiar.
Y menos mal que esto, lo mío, se acaba, porque no hay dios que lo aguante oiga. Y menos con estos calores.

sábado, 14 de junio de 2014

Otro más

Cristóbal se nos ha afiliado hoy. Otro más. Si no ando mal de memoria, prácticamente no nos queda ninguno de la alineación titular que no se haya adscrito a este nuevo y selecto club.
Con su decisión, meditada, el Séptimo de Caballería, que ya saben ustedes que es el nombre con el que se nos conoce, en el mundillo del atletismo local, a los juniors del CAI del 91 que fuimos séptimos en el Campeonato de España de clubes de la categoría  aquella temporada 90/91, es ya un selecto club M40. Solo falta que nos compremos unas camisetas de aquellas de veinte duros, como las de Hilario que teníamos por entonces, y nos pongamos como reto retomar la senda de nuestros éxitos juveniles. Con las pibas, digo.
Con esa pedantería y arrogancia propias de mi personalidad, no quiero cerrar estas líneas sin recordarles que el primero que abrió la veda, en esto de la cuarentena y la vida contemplativa, fui yo. No se me marquen tantos que no les pertenecen, como el de Marcelo en propia puerta con Brasil, que ya Florentino se habrá apresurado a reivindicar como el primer gol de un madridista en el Mundial 2014.
Que tenga usted buen día mi saltador.


domingo, 8 de junio de 2014

Análisis empírico del mosqueo

Después de años y años de recopilación de datos, he llegado a la conclusión de que la duración de los mosqueos depende de la edad de los púgiles.
En el caso de los niños duran unos seis minutos. Entre los mayores de las casas unos seis días. En el trabajo seis semanas y, entre familiares adultos, unas seis generaciones.
Fíjense que, en todos los casos, hay un factor común. Los mosqueos se dan siempre por cosas de niños.



viernes, 6 de junio de 2014

Feliz fin de semana

No se si a ustedes les gusta esa expresión. A mí, francamente, no me agrada lo más mínimo. Y es que no hay manera de que nos alternen la publicación de las cifras de paro, los nuevos episodios de Corrupción en España, la final del Abierto de Francia y el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1.
De lunes a viernes, no hay día en que, cuando me meto en el coche camino del curro, la primera frase que escuche en la radio no sea esa que ya se ha convertido en  toda una coletilla nacional "..y un nuevo caso de corrupción..". Ello me ha llevado a veces a pensar que aún sigo dormido, y que ese día ya lo viví ayer, como si uno fuese Bill Murray y aquello El Día de la Marmota.
Y llega el fin de semana y, mientras todo el mundo piensa en descansar, va Nadal y se clasifica para jugar su novena final en Roland Garrós. Y contra Djokovic nada menos. Y será a media tarde, al tiempo que Fernando Alonso intente entrar tercero en Canadá.
A mí estas cosas me indignan. No hay nadie capaz de alternar el politiqueo barato y las finales deportivas. ¿A nadie se le ha ocurrido, por ejemplo, que la Fórmula 1 se celebre el lunes a las cinco de la madrugada o que la corrupción política se destape el domingo por la noche?
Que tengan un feliz fin de semana. A mi me espera sudar la gota gorda, pasillo va, pasillo viene, para ver en las dos teles de casa el Roland Garros y el Gran Premio de Canadá al mismo tiempo. Hay que joderse!

jueves, 5 de junio de 2014

...mierda pa los malcriados!

No se le ocurra ir nunca al banco el primer lunes del mes. Sobre todo si acabamos de salir de un largo puente de fin de semana. Hágame caso. Cuando llegue se encontrará usted que aquello le parecerá Las Ventas abarrotada, tal como nos la pintaban aquellos cómicos sin gracia del siglo pasado.
En el Santander de la Playa de Arinaga, que ya les digo yo que allí hay un Santander, a pesar de que les parezca raro, no hay números de turno. Uno llega, saluda y, si es ingenuo, pregunta quién es el último, esperando dos contestaciones que no suelen llegar. Les digo esto para que se pongan en el lugar de los que ya están allí dentro. Estarán hasta los mismísimos de esperar a que les atiendan, como para prestarle a usted atención y educación.
Bueno, cuando uno ya se posiciona en la fila, luego de unos incómodos diez primeros minutos en que está pegado a la pared de la calle, esperando en lo que sería una pre-fila, ya puede calcular a razón de cinco minutos por persona. Si tiene diez o doce delante, la hora no se la quita ni dios.
Yo entré allí el lunes siendo republicano convencido desde hace más de un lustro. Pero, retomemos lo de la cola. Pasadas dos personas y a falta de unos presuntos cuarenta minutos -digo presuntos porque a los minutos tampoco podemos culparlos de nada hasta que haya sentencia en firme- es cuando se debe sacar el móvil y ver como va el wifi de la oficina ese día.
Así, comenzamos a tantear la rabiosa actualidad, importándole a uno un carajo lo que pase a derecha e izquierda. Escándalo por aquí, robo por allá. Nada del Barça ni pa dios, buena señal. Pas de nouvelles, bonnes nouvelles, que decía mi profesora de bachillerato.
La del lunes fue una hora crucial en mi vida. Entré allí republicano, más bien antiborbonista por indignación, pero cuando ya estaba delante del cajero, gracias a esos casi imperceptibles atisbos de transparencia que a los políticos se les escapan en estado de nerviosismo, me di cuenta de que había sufrido una transformación milagrosa y pensaba como un monárquico convencido. Convencido y acojonado. Este Pablo Iglesias es la leche. Con él todo es posible, hasta que uno reme en sentido contrario al que él desea después de escucharle.
Solventado, al menos hasta que vuelva a ir al banco, lo de mi cariño por la corona, ahora tengo otro problema. No se cuántas veces más aguantaré sin citar a viva voz,  al llegar al Santander y después de que nadie me conteste a mi saluda, aquello que me enseñó El Decano de mierda pa los sordos! que, con un pequeño ajuste, como esos que necesita nuestra carta magna, podemos dejar en mierda pa los malcriados!

lunes, 2 de junio de 2014

Un cubata a la salud de la derrota perdida

Abdica nuestro Rey, un partido político nuevo, que aún debe perfeccionar su financiación irregular y que no tiene ni presupuesto para mandarte a casa una octavilla, consigue 1,2 millones de votos en las europeas, jueces que dimiten en un pis-pas solo por ir en moto saltándose semáforos en rojo, sin casco y con cierto olor a cubata rancio, y un gobierno estatal que te jode la fiesta de la nacionalidad canaria con el anuncio el día antes, con premeditación y alevosía, de que se van a dedicar a perforar el mar junto a tu playa buscando riqueza para cualquiera menos para uno, componen un rocambolesco entorno de histeria colectiva.
Pero a mí, lo que me tiene jodido de verdad es que este pasado fin de semana nuestros jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas celebraron en la noche de Palma, su derrota perdida ante el Real Mallorca.
Imagínense ustedes que hubiesen coincidido con mis amigos Marta, Edu o Bernardo.
Hay que joderse. De saber que iban a salir de juerga, fuese cual fuese el resultado, yo mismo me habría dado una escapadita al Paseo de Palma, al Arenal o a C´an Pastilla, que no se me ve por aquellos lares desde el 96 y, desde entonces, en Canarias ha llovido como treinta veces.
Es comprensible celebrar una derrota, teniendo en cuenta que si eres de segunda, cuando subes a primera, terminas teniendo un problema. Y más ahora, que el FMI ha recomendado otra vuelta de tuerca a la legislación laboral, para fomentar el empleo minimizando los derechos de los trabajadores. Es comprensible pero no es menos cierto que para algo está el mini bar del hotel.

domingo, 1 de junio de 2014

La París-Colmar y sus dificultades añadidas

En unos días empieza la París-Colmar a la marcha, que doy por sentado que será una prueba de marcha que empiece en París y acabe en Colmar. Yo nunca he ido y, por aquello de la desigualdad de oportunidades propia de mi insularidad, doy por hecho que no lo haré jamás, a no ser que lo deje escrito como última voluntad y lo haga dentro de una vieja caja de madera.
Y digo lo de vieja caja de madera, pensando que ustedes ya se han enterado de que hay un mercado secundario de cajas fúnebres. Legal y supervisado por la CNMV, nada que ver con lo de Afinsa y Fórum Filatélico. Hasta podría usted invertir en cajas fúnebres como renta fija, sin sobresaltos.
Bueno, retomando lo de la París-Colmar. A mí me parece la leche. Vas marchando y, detrás tuyo, va tu caravana y el equipo de apoyo. Yo no podría meter mi caravana en el Binter para ir desde Gando a París. Imagínense el azafato de tierra"¿Lleva equipaje de mano caballero?".
Pensemos ahora que nuestro participante preferido sea una mujer. Una señora que se haya clasificado, luego de un par de años de concienzuda preparación, gastando zapatillas y zapatillas sin tino,  y que, cuando llega el momento, le cae en este mes de junio y tiene que llevarse a su marido, a sus suegros, a sus dos cuñados, a sus dos hijos adolescentes y a su vecina del 4ºC, esa que le toca el timbre los lunes y jueves para pedirle un paquete de café y ni se sabe cuántos le debe ya.
Una cosa es tirar del carro, como decía Camacho y también, porque no decirlo, su padre y el mío. Otra, igual de difícil, lanzar los penaltis que solo Raúl se atrevía a lanzar, cosa que solo decía Camacho y que no creo que usted le haya escuchado nunca decir a su padre.  
Pero, lo de la París-Colmar a la marcha, eso es otra cosa. Una marchando y pendiente de que detrás, en la caravana, todo esté en orden.
Si fuese usted un tío la cosa sería mucho más fácil. Marchar, marchar y marchar, como decía Luis Aragonés. Que creo que, si no decía eso exactamente, sí al menos algo parecido.