sábado, 29 de noviembre de 2014

Carta a Edu

Edu.
Hola.
Espero que estés bien. Aquí nosotros también.
Nada nuevo en este tiempo que has estado fuera. El Madrid sigue ganando todo y, en la Segunda de tu Mallorca, mi Las Palmas es líder.
Poco más.
Oye, sí. Ahora que recuerdo. No te he contado lo de la revolución ciudadana verdad? Resulta que luego del penúltimo escándalo de corrupción, y tras la segunda dimisión de un ministro dentro del gobierno, la gente salió a la calle espontáneamente. Recuerdo que fue un sábado tú. Parecían robots. Por todo el país, en cada capital y a la misma hora. Provincianos y españolitos de primera. Decenas de millones de personas -fue un cálculo curioso pues tanto para los organizadores (ya se que te he comentado que fue una cosa espontánea, pero tanta coordinación debía tener alguna mano negra detrás),  como para la policía y agencias estadísticas gubernamentales, a todos le daba el mismo volumen de personas- se agolparon frente a las instituciones públicas de todo el territorio.
Nunca antes había visto tan coordinado movimiento ciudadano por todo el país, Afortunadas incluidas. Lo más parecido que recuerdo a aquello, fue cuando ganamos en el 86 al Madrid de la Quinta del Buitre, aquí en el viejo Insular, y tardamos todos en salir y llegar, desde el Estadio a la Avenida Mesa y López, cerca de una hora, en pleno éxtasis colectivo.
Lo del movimiento espontáneo ciudadano llevó, luego de una semana de huelga general, a la dimisión en bloque del gobierno, la disolución de las cortes y la convocatoria de elecciones anticipadas in extremis.
Se celebraron unos diez días más tarde. Un tío de perniciosas ideas comunistas, lleno de pulseras y con una coleta, las ganó por mayoría absoluta. Mi novia tenía un mosqueo de cojones. Pensaba que yo había votado a aquel tío. Aún le dura el rebote.
Ahora los telediarios no hablan de otra cosa que de la caída del íbex35 ese, la salida del país de los capitales extranjeros y la posibilidad de que abandonemos la Unión Europea, además de volver a lo de la peseta. Hasta el Madrid ha comenzado a perder algún que otro partido.
Con tanto lío, nos hemos puesto las botas vendiendo bocadillos y me subieron el sueldo el mes pasado. Me ha venido bien, pues llevaba congelado siete largos años. La de catarros que he pillado en todo este tiempo, con el frío que me entraba de la cartera, por detrás.
Y de lo de Goytisolo. Te enteraste de lo de Goytisolo?. Ha fichado en el Recre. Buen lateral derecho tú!
Ah, coño. Se me olvidaba. Tiraron abajo el viejo Insular. Van a montar un parque deportivo. Jodidos runners.
Vuelve pronto. Tenemos que ir a ver un Madrid - Las Palmas en el Bernabéu. ¿Te imaginas?  Dos provincianos en el palco. Supongo que lo de la igualdad no llegará a tanto.





sábado, 15 de noviembre de 2014

Las pirámides egipcias y su cartelería improvisada.

Empeñados como estamos, en  aumentar el número de referencias para validar nuestros sistemas de jerarquías sociales, anoto, entre las nuevas, la ortografía.
En el tiempo que llevo por aquí abajo, en los infiernos, he visto que el hombre, en género neutro y con h, basa toda su maquinaria de subdivisión en estratos sociales en la economía. Cualquiera de sus manifestaciones en la vida cotidiana, como tener un buen coche, una lujosa casa, un carné de un  selecto club, o un título académico de alguna de las mejores universidades privadas, habrían sido suficientes, hasta ahora, para marcar el territorio entre un hombre, en género neutro y con h, de bien, y otro de inferior rango.
Pero los valores tipo hay que irlos cambiando, para no caer en el pecado capital de la  obsolescencia, en obligada sintonía con la evolución sociológica de las poblaciones y sus culturas.
Ahora, con h, se lleva lo de etiquetar a una persona en el nivel de bien, o en los rangos inferiores, por su ortografía. El protocolo es fácil. Un ser superior saca una foto a un cartel que algún obrero, inferior y sin h, ponga junto a alguna alcantarilla abierta, si observa que difiere de ese conjunto de signos llamado lenguaje. A continuación lo socializa publicitándolo en su Facebook. Esta policía intelectual suele fijarse, normalmente, en la falta de h o en la presencia del haiga.
"Hojo, peligro de caídas. La halcantarilla está destapada!"
Y allá que vamos, los hombres de bien, con h, a descuartizar al escribano, un tío que, debido a que el capataz de la obra no ha observado la gravedad del asunto, se mete a prevenir antes que curar.
Un día de estos, cualquiera de nosotros se va a caer por una alcantarilla de esas, por ir mirando para tanta falta ortográfica, a través del ojo de la cámara del Samsung galaxy, con esa gran dosis de cinismo clasista que todos llevamos dentro.
A veces pienso que esos jeroglíficos egipcios que tanto veneramos, como referentes de la cultura universal, no eran más que cartelería de los esclavos de las pirámides, para advertir que el suelo, a la altura de la inscripción, estaba mojado. Pues yo sospecho que esos jeroglíficos tenían más faltas de ortografía que dios. Aquella gente ya tenía bastante con vivir para trabajar, como para preocuparse por una jodida h de mierda. Manda uevos!



lunes, 3 de noviembre de 2014

Correr?. Nunca mais!

Yo, que a despistado no hay quien me gane, olvidé ayer durante más de medio día, una lavadora puesta.
Fíjense que, al vaciarla, hasta me asusté. Acostumbrado como estoy a que el segundo calcetín nunca salga, ya me temía lo peor viendo que no aparecía una de mis zapatillas.
Siempre he pensado que, detrás del tambor de la lavadora, hay un agujero cósmico, de esos que engulle la materia. No puede haber otra explicación a la desaparición de tantos calcetines, calzoncillos y paños de cocina.
Como las zapatillas, que al final aparecieron las dos y ello me obliga a escribirlo en plural,  no estaban secas esta madrugada, pues me calcé las de jugar al fútbol, que no son otra cosa que unas buenas cholas de carrera.
Y que me dio por salir a correr, en vez de marchar como dios manda.
Ya puestos me dejé la gorra atrás. Yo es que uso gorra aunque sean las cinco de la madrugada. No me pregunten por qué, porque aún no me lo he preguntado yo a mí mismo.
A lo que iba. Pues a mí es que, a esa hora, me saluda todo dios. Yo, sin ir más lejos, escucho los silbidos del bigotes antes de que doble la esquina de la calle del Parque de Arinaga. Igual me pasa con el ciclista que se cruza con uno a diario. Si me retraso o adelanto un minuto, sé a la altura de que papelera me lo voy a encontrar. Y ellos? pues imagino que, como yo, ya saben que, el que viene a lo lejos, contorneando el cuerpo con ritmo cansino y gorra es el marchador de la fábrica de la parte alta del polígono.
¿Se pueden creer que saludé a uno de mis habituales, el flacucho que lleva el perro amarrado, mientras corría con más pena que gloria, y me dedicó un vete a tomar por culo hijoputa, como mandan los cánones?
No vuelvo a correr en los próximos treinta años. A un marchador eso no le hubiese pasado. A mí, disfrazado de marchador, tampoco.
¿Y lo de las trabas de tender la ropa?. ¿A ustedes también les desaparecen de diez en diez?

viernes, 17 de octubre de 2014

Tarjetas para Rato

Con lo de las tarjetas vamos a tener cachondeo e indignación, a partes iguales, para un Rato largo.
Usted ya se habrá dado cuenta que la vida está llena de tarjetas. Cuando naces, no has terminado tu primer llanto y tus viejos ya están repartiendo tarjetitas para que la gente vaya al bautizo, con un buen regalo.
Con cuatro años, aprovechan que ya eres capaz de dibujar un par de vocales y rellenas, de tu puño y letra, tus primeras tarjetas navideñas. Otros cuatro más tarde, vuelta con las tarjetas para tu segundo sacramento, el de la primera comunión. Aquí, si tienes suerte y tu familia está bien relacionada, puedes sacar un buen piquito de dinero, además de la pleiesteision y un pijama tres tallas más grande, que lo de vivir día a día, como se dice ahora, no se usaba antes.
Y tú, harto de jugar al fútbol en la calle, vas y te federas, para correr en el césped. Bueno, realmente quien te federa es tu tío, que dice que vas para figura. Aún nadie te ha explicado bien todo lo del reglamento ese, cuando te enseñan tu primera tarjeta roja. Y todo por coger la pelota con la mano y evitarle un gol, a tu equipo y a tu colega Paquillo, el portero.
A alguien se le ocurre que, para empezar bien la temporada, hay que dar una buena lección y ahí estás tú, en tu primer papel de cabeza de turco, comiéndote diez partidos de sanción, con nueve años, solo por tocar la pelota con la mano, como hace tu amigo Paquillo cien veces en cada partido, y explicárselo al árbitro con ese vocabulario tan propio de tu padre.
Para un niño diez semanas es mucho tiempo y, para cuando cumples tu sanción, ya el fútbol no te interesa lo más mínimo. ¿Para qúe?. ¿Para que me saquen tarjeta roja?, murmuras mientras cambias la tarjeta del móvil de tu madre al tuyo.
Por entonces ya tienes capacidad para analizar tu corta trayectoria en este mundo. Enseguida te das cuenta que las tarjetas van unidas a tí como una extensión de tu mano derecha.
Tu vida se desvía sin darte ni tiempo a elegir libremente. Derecho, ADE y dos idiomas. Lo sacas todo con veinticinco años y te fichan en la banca. Lo primero que te dan es una tarjeta. "Gasta lo que quieras, hijo", te dicen.
Lo demás, ustedes ya lo pueden adivinar por sí mismos. No es necesario que yo me extienda.
Me voy a la calle. Se me ha quedado la tarjeta trabada en el cajero y yo, sin mi tarjeta de Bankia, no soy nadie. La mía es blanca y con unas líneas verdes. Estaría de cojones tener una de esas vip, negras y con disposición ilimitada.
Yo compro, tu pagas, él paga, nosotros nos jodemos, vosotros pagáis, ellos pagan. Un verbo irregular, sin duda.




martes, 7 de octubre de 2014

La raza más obediente.

Ahora todo se hace por internet. Desde comprar un libro, a pagar los derechos para poder correr por el asfalto rodeado de gente depilada.
Y, lo que no se hace por internet, te dicen allí que lo hagas por teléfono. A uno, que lo de hablar con alguien no le desagrada cuando lleva casi medio mes sin cruzarse con el vecino ni  en el ascensor, hace que de por válido lo de la presunta conversación con un operario de no se qué multinacional. Así que, predispuesto y pensando que me pondrán con alguien de voz sensual y juvenil, comienzo a marchar por el pasillo de casa para pillar el inalámbrico, con la velocidad de Induráin u Olano en las cronos, pero en doble apoyo.
Descuelgo y marco, con cierta ansiedad, intentando imaginar si hablaré con un tío o una tía, pero no, al otro lado me espera un ordenador. "Buenos días. Teclee su DNI sin letras". Y yo, hipnotizado, que le hago caso. "Marque los cuatro últimos dígitos de su tarjeta de crédito". Yo sigo a lo mío, que siempre ha sido lo de obedecer. "A continuación teclee los cuatro últimos números de la cuenta  corriente asociada". Sin pensarlo y persuadido por aquella vocecilla femenina metalizada, sigo haciendo caso sin rechistar.
Al colgar, recobro la conciencia y apunto en una libreta vieja que uso como autorefranero: "El hombre es el único animal que hace caso a un robot sin pensárselo dos veces". Dudo que un lagarto, una cucaracha o un perro hiciesen lo mismo.


sábado, 27 de septiembre de 2014

Mayo del 86.

Cuando Crisanto se cruza con algún recorte de prensa en el que aparezco, no duda en darme un toque y ofrecérmelo. Anoche se topó con la crónica de los Campeonatos Provinciales de Las Palmas de atletismo para infantiles y cadetes. Era la temporada 1985/86 y yo era infantil. Casi nada. Mayo del 86.
Aquel fue mi primer 5 kilómetros marcha en pista. Lo terminé en 30´57". Un mes más tarde participé con los absolutos en otro 5 km. marcha y bajé, a la segunda tentativa, de la media hora.
Permítanme que, luego de esta deportiva introducción, les haga una pregunta sobre mayo del 86. Si no es mucho preguntar, claro: ¿Dónde estaban en mayo del 86?.
Por entonces yo, mientras ustedes van contestando,  me buscaba la vida como podía, de aquí para allá, con el campamento base en Las Afortunadas y algunas salidas a la Galicia de mis antepasados. Había que estudiar y trabajar al tiempo. Lo de ser hijo de emigrantes se lleva mal en la infancia. La gente te mira por encima del hombro porque no llevas un polo con el cocodrilo en el pecho y llegas caminando al instituto, además de por el delatador acento. 
Lo del acento tiene su miga, oiga. Aquí, en tu tierra verdadera, te dicen que hablas como un godo y allí, en tu tierra espiritual, te dicen que hablas como un sudamericano. La Humanidad, para estos casos, debería tener un claro protocolo de repulsa. Los oriundos del lugar tienen un derecho legítimo al rechazo de lo ajeno, pero debe quedar registrado en algún documento oficial, de tal manera que si sales a buscarte la vida a otro lado, ya conste que eras emigrante anteriormente y quedes exento de la discriminación social en el nuevo lugar. Así uno no se vería obligado a cumplir penitencia en cada esquina por el mismo delito. Es una cosa que pienso mover a través de mis contactos para que, vía Zarzuela y con nuestro nuevo interlocutor, se trate en la próxima convención de la ONU.
Vamos, que a uno deberían joderlo en un sitio solo que sino, al final, les pasa como a mí, que no  hecho raíces en ningún lado. La semana pasada, sin ir más lejos, me volvió a suceder cuando a una buena mujer, a la que acababa de conocer, le tuvo que decir mi novia, en mi legítima defensa, que yo era un híbrido entre dos culturas. "Con razón, apostilló la señora. Es que tiene un acento muy raro".
Aunque también vale, para estos casos de evitar el escarnio de la emigración, tener pasta. Si es usted emigrante pero trae su pan bajo el brazo, además de llevar un polo con cocodrilo, un Samsung bien grande, e ir en una Honda 70 al instituto, todo le irá bien. Con pasta la integración es fácil. Hasta puede tener un pase que, si no tiene moto propia, le lleve su viejo. Como mínimo en un Golf, eso ya se lo anticipo.
Hablando de la ONU y de llevar a debate esto de la doble penalización a la emigración, ¿Se han fijado como se cronometra allí todo?. Hasta las intervenciones, oiga.
Bueno, retomando lo del atletismo, no quisiera acabar sin dejarles entrever que, para mayo del 88, uno ya era cadete y marchaba los 5 km. en pista en 25´45".
Les dejo. Si me permiten otra pregunta, ¿Dónde estaban ustedes en mayo del 88?.


domingo, 21 de septiembre de 2014

Presuntos rumores.

Soy consciente que el término honorable, en estos días, les llevará a ustedes a pensar, así a bote pronto, en los Pujol o, como mínimo, en su patriarca fundador.
Yo, solo de pensar en que Don Jordi ha estado trabajando, a través de la política, para el bienestar de millones de catalanes durante más de cuatro décadas, me pregunto si realmente este hombre y esta familia entera estaban debidamente recompensados por los servicios prestados a la colectividad general. Hay ciertas labores que, por su importancia, son de incalculable valor y otras que no son pagas con dinero. Quizás ahí radique el quid de esa cuestión particular.
Pero vayamos a lo nuestro que yo, ni soy catalán, ni entiendo mucho de lo que por allá arriba se cuece, más allá de lo que ustedes me cuentan. Vamos, nivel usuario como mucho.
Por aquí abajo, en el sur del sur, me encuentro estos días con una información en prensa sobre no se qué rollo de supuesta corrupción urbanística en Santa Lucía que data del año 2005. La información la pone en juego la prensa capitalina. Es un pelotazo al aire para rifar la bola en el centro del campo. Las erratas son evidentes para cualquier vecino del lugar, pero la bola cae a ras de hierba y, tal como llega, se recoge por aquí donde, a modo de amplificador, la copian y pegan en un intento de desprestigio ajeno y de pseudoinformación.
La política parece que, desde Madrid y Moncloa,  hasta La Aldea de San Nicolás de Tolentino, pasando por nuestro municipio, se basa ya en el juego del desprestigio ajeno, antes que en la formación del proyecto propio, distinto y sólido, creíble. Quizás sea porque ya todo está inventado, no hay pócima mágica para gobernar eficientemente y no queda otra que esperar a que el rival falle para intentar robarle un buen puñado de votos.
Mayo queda aún lo suficientemente lejos como para que la gente, entre medias del copia y pega, pueda leer lo que reenvía. Una cosa es que la oposición de cada momento y lugar nos muestre lo mal que lo hacen los grupos de gobierno, encomiable labor que todos agradecemos a quienes lo hacen si la información es rigurosa y veraz, y otra bien distinta es que alimenten la histeria colectiva con rumorología. Lo mejor para un rumor, es dejarlo en el caldero a fuego lento y taparlo. Es necesario que se cueza del todo para que se convierta en verdad.
Al final los jodidos somos nosotros, usted y yo, empeñados que estamos en cimentar una ideología política clara, a la que afiliarnos y a la que votar.
Ya me veo, camino del colegio Los Llanos el próximo mes de mayo, media hora antes de cerrar, jugándome a los chinos el voto y decidiéndolo al llegar a la altura del Hiperdino, justo antes de dar las buenas a esos interventores que nunca las responden.





viernes, 12 de septiembre de 2014

Recuente, recuente...

Me pongo a leer la prensa digital, el Facebook de los colegas y los boletines de la asociación de contables y oficios afines y llego a la conclusión de que hoy es viernes y hace un calor de cojones.
En la prensa veo que un tío se ha marcado la editorial de su programa, de tirada nacional, citando textualmente su conversación sobre la Diada catalana, con la taxista que le llevó hasta el trabajo esta mañana. Éste se acostó anoche a las tantas y no llevaba nada preparado. Sino, ya me dirán ustedes.
También, en una noticia digital, veo que no hay dios que se ponga de acuerdo a la hora de saber cuántas personas hay en una calle. Si, en una calle y al aire libre, no son capaces, imagínense que hablamos del ascensor de mi comunidad, con el agravante de las cuatro paredes y el techo. La Delegación del Gobierno en Canarias diría que hay cuarenta personas; el Ayuntamiento de Santa Lucía diría que cuatro y, si le preguntan a nuestro Presidente, que siempre anda de viaje, les podría decir que o treinta y cinco o dos, dependiendo de como esté de ánimos ese día.
El Facebook de los colegas, está como el mío. Copio y pego; copio y pego; no hay un dios que se estruje el cerebro y se arriesgue al ridículo un poco más allá de esa cómoda postura. Luego iré yo, a romper la tendencia y olvidarme de lo del ridículo y zas, bofetón sin mano, de alguno de esos que el Facebook sigue llamando amigos, y que no hacen otra cosa que chismorrear a los demás sin pestañear, sin "me gusta" gratuitos y sin opinar.
Y el muro de la asociación profesional está en un periodo de transición post-vacacional. La cosa no está para retomar lo de los artículos técnicos de formación continua.
Yo, personalmente, voy a sustituir la coletilla de "..cuente, cuente..." por una más profesional y adaptada al actual contexto y circunstancias, como diría un preámbulo de una ley orgánica en el BOE, "...recuente, recuente..."
Menudo calor hace por aquí abajo, en el sur del sur. Para el Ayuntamiento el termómetro marcará  27º, para la oposición 39º y se debe al cambio climático. Para mí sobre 33º, que es la media exacta entre las dos posturas. No se puede uno arriesgar a decantarse por una banda o la otra.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Dónde están sus libros de primaria?

A usted ya le habrán dicho que, a la vuelta del verano, la prima de riesgo habrá mejorado, que pagaremos menos por la deuda pública, que hay no se qué previsión de incremento del producto interior bruto para 2015 y que esas son las medidas necesarias para salir de la crisis del euro y de la burbuja inmobiliaria esa, para las que nunca tuvieron en cuenta su opinión ni consejo.
Y, también le habrán dicho, otros agoreros toca narices, que a la vuelta del verano se acaban los contratos eventuales de la temporada alta de hostelería, que el abuelo no tendrá paga extra hasta navidad y que sus hijos van a  necesitar nuevos libros, matrículas y uniformes para ir al colegio, al instituto, o a la universidad.
Y usted se preguntará qué leches tiene que ver la prima de riesgo y el PIB, con los uniformes y con los libros nuevos.
Libros nuevos, como si París no fuese París y estuviese, dicho sea de paso, en París, desde que usted fue al colegio hace ya un buen puñado de años.
Sí, ya se lo que está pensando. Yo también he lamentado cientos de veces no saber donde dejé mis libros de matemáticas, lengua española, geografía o historia, para que mis hijos pudiesen utilizarlos.  Los de latín ya casi no hacen falta hoy en día, no se martirice en exceso.
De haber sido un padre precavido, hubiese adivinado que esto de la unificación europea iba a terminar así. Vamos que, con un poco de autocrítica, debería reconocer usted, como hago yo, que la culpa de todo esto es nuestra. Piense en todo lo que ha hecho mal en los últimos veinte años y deje de culpar a la Banca, a los Gobiernos y a la corrupción de todos sus males, que Bárcenas, los de los ERE´s, la Gürtel o los Pujol, todos presuntos mientras no se demuestre lo contrario, no han perdido sus libros de primaria coño!



martes, 12 de agosto de 2014

Oh capitán, mi capitán..!

La muerte del actor americano Williams me lleva a reflexionar que el cine siempre ha sido un buen sucedáneo del conocimiento para quienes el acceso a selectos clubes y universidades ha estado vetado por el gran muro de la desigualdad de oportunidades en la infancia y la adolescencia.
El personaje del profesor John Keating, de la clasista escuela Welton, profundizando, en la universal película El Club de los Poetas Muertos, en los valores trascendentes de la moralidad, la amistad y la lealtad a través de la poesía, me llevan a la búsqueda de paralelismos entre aquella ficción cinéfila y los sabios consejos y ayudas que recibíamos de nuestros mayores en aquella pequeña gran familia del viejo Martín Freire de los ochenta.
El hombre siempre se pierde en lo superficial -marcas, records y estadísticas-, obviando lo esencial, aquello que te acompaña durante toda tu existencia.
De aquel viejo Martín Freire, y de aquel atletismo local inclusivo, siempre llevaremos restos en nuestro ADN. Decía entonces mi Dani aquello de Amigos para siempre. Con el paso del tiempo, citas como aquella se han convertido en pactos de inquebrantable lealtad, vigentes aún hoy, y vigentes mañana, sin necesidad de oficializarlos ante notario por su exceso de legitimidad.
La Escuela Welton quedaría ridiculizada, en cuanto a sabiduría, con la que llaman Universidad de la Vida, esa que anotan, con extremo orgullo, los currantes de verdad en sus perfiles sociales.
Experto acreditado y Experto a secas, que diría un magno intelectual amigo mío, de esos del atletismo, obviamente.
Oh amigos, mis amigos!


 






martes, 5 de agosto de 2014

Sin novedad, mi teniente.

Todo sigue igual. Xavi la sigue tocando con criterio en el centro del campo del Barça; los recortes presupuestarios del sector público continúan igual, más y mas; Las Palmas prepara,  también un año más, su ilusionante retorno a primera; en Gaza, bombas y más bombas, sangre y más sangre, lágrimas y más lágrimas; en política, como siempre, más escándalos; los marchadores de alta alcurnia continúan sin marchar; los datos macroeconómicos que, propagandísticamente nos hacen llegar desde Moncloa, siguen siendo contradictorios y alejados de la mundana realidad; Mariano y Felipe VI de vacaciones; ustedes y yo trabajando y tributando; en verano todo es más fácil, decía Hemingway; a pesar de ello, todo sigue igual. Sin novedad, mi teniente!

domingo, 27 de julio de 2014

Aquella dichosa sanción en los años del pleito insular.

Se me ocurrió, y lo digo en singular porque ni para esto soy capaz de quitarme este insoportable egocentrismo de fábrica que llevo como pesada carga allá donde voy, fichar en el CEA-Tenerife en el año 94. En Gran Canaria estaba entrenando solo, sin compañeros de entreno ni un preparador. Y enfrente tenían a un tal Labrador, que venía de ser el quinto en el mundial de atletismo profesional del año anterior en la prueba de 50 km marcha. Era lógico buscar hacer las ligas nacionales de clubes con uno de los mejores del mundo. Cualquiera, por entonces, habría matado por ello y el honor me tocó a mí. No se puede decir que fuese una decisión arriesgada, ni siquiera para un pibillo de 21 años.
Y Bruno González, entonces Presidente de aquella efervescente federación grancanaria  que se nos enfada y nos deja sin competir todo el año. También nosotros, ahora ya hablo en plural, mira que fichar en Tenerife desafiando los regionalismos y pleitos insulares.
Y los siete veinteañeros que hacen sus protestas. Y la Española que no se implica. Y la prensa local que ayuda a Bruno. Y los clubes locales que miran también para otro lado, eso sí, diciendo que habían hecho todo lo posible para que aquella aberración no se llevase a cabo. Y, a pesar de todo ello, que dos de mis mejores marcas personales dataron de aquel 94, directamente en los nacionales.
Hoy el atleta internacional grancanario Javier Pérez, hijo del Presidente de la Federación Insular de Atletismo de Gran Canaria, se ha proclamado Campeón de España Absoluto de Decatlón, vistiendo la camisa del Tenerife y entrenando en Santa Cruz. Al menos en eso estas dos décadas han pasado para bien.
Aquella firma, en aquella cartulina azul que se usaba de ficha en la época, me costó mucho más cara que a muchos doparse.


lunes, 21 de julio de 2014

Música envasada al vacío

Anoche estuve, con el niño de mis ojos y la niña de mi corazón, en uno de los conciertos que la banda santaluceña Sol y Viento celebra cada año en el Víctor Jara.
La música, cuando puedes verla en directo, cobra su verdadera dimensión de arte, de lo que es. A los intérpretes debe uno sentirlos, con sus temores, sus sudores, sus palpitaciones y sus sonrisas tímidas. Dicen, los que entienden y se encargan de transmitir música a los jóvenes, que hay ciertos protocolos encima del escenario. No se puede hacer cualquier cosa. Intuyo que, ahí arriba, debe haber ciertas jerarquías, cuan sociedad y, de repente, hecho de menos no tener al lado a mi amigo el granadino, para que me explique esos entresijos que deslegitiman la crítica de un padre.
Anoche debe ser que alguien cometió la insensatez de saltárselos a la torera y, ese desliz, hizo que nos lo pasáramos pipa. Una calculada mezcla entre música normalizada, con su imperceptible protocolo para profanos como yo,  con sobresaltos cómicos inesperados cuan salsa césar para aderezar la ensalada, resultó un magnífico plato, de esos de no sé cuantas estrellas michelín.
Cuando le den a elegir entre música protocolaria y envasada al vacío, de esas que no sea ni tan siquiera necesario que los niños, según los entendidos,  la vean en vivo y en directo, o música en estado puro, no se lo piensen y tiren por la segunda. Sus almas lo agradecerán. Yo, por si les sirve de consuelo, opté también por la segunda, más que por mi alma, por los durillos que me costaron las entradas.
Hace años mi cuñado, el madridista, me regaló un cedé de esos en el que rezaba, escrito de su puño y letra y a rotulador, la frase música en estado puro. Gracias a dios que éste, de protocolo, entiende un carajo.
Háganme un favor. Cuando, a ritmo de samba, algún experto les intente adoctrinar y moldear, haciéndoles algo inaccesible con amagos retóricos y complejos tecnicismos, bajen el volumen de la radio, y busquen el silencio que haga que su sentido común tenga eco.
Les dejo. Al fondo del pasillo escucho como Eva toma el sol, mientras Joaquín canturrea y, en la tele, ponen en diferido el Real Madrid-Benfica. Eusebio toca la bola en media cancha, sabiéndose un principal del arte más accesible que existe, el deporte. Un arte inclusiva, sin mucho más protocolo que divertirse.



sábado, 19 de julio de 2014

fútbol tributario

Suena Orbison, en Crying. Dice el cedé que dura 2´37". Un mil de los que hacían Alex, Dani y Néstor de cadetes en el viejo Martín Freire. Tengo que darme prisa en escribir esto. No debería tardar más de un mil, que para algo he sido atleta internacional canario.
Cuando me dedicaba en cuerpo y alma a esto de caminar a toda pastilla, llevaba en silencio mi pesada carga de unos impuros pensamientos independentistas. Si Canarias hubiese sido un pequeño país en el noroccidente africano, los cinco marchadores que llegamos a coincidir podríamos haber formado un equipo para la Copa del Mundo de marcha con cierta dignidad. Mejor que los americanos, sin ir más lejos.
Con el paso del tiempo, a la vez que la marcha ha dejado de serlo, mi ímpetu nacionalista se ha ido apagando.
Siempre he pensado que deberíamos elegir nuestra nacionalidad. Eso de que te pongan nombre, normalmente el primero que se les ocurre, te inicien en la religión, una cualquiera, y te nacionalicen donde naciste sin consultar contigo, es demasiado decidir por uno. Deberían dejarnos al menos escoger uno de nuestros tres pilares vitales. Yo, si con un mes hubiese tenido voz y voto, hubiese dicho a los que me parieron que la casilla de la nacionalidad la dejasen en blanco, que de eso ya me encargaba yo.
Hoy podría ser argentino, como Gardel, Di Stefano, Kempes, Maradona o Messi que, a pesar de ser rosarino, tiene un record nacional español. Ostenta el mejor registro en pista al aire libre de pagadores a la Hacienda Pública Española.
Si a Messi le hubiesen dejado elegir nacionalidad, habría preferido la española antes que la albiceleste, para meter las perras en Suiza y no tener ese Record de España. Ya vieron el domingo pasado que a Leo no le gustan esos estúpidos premios individuales. Este record tampoco debe haberle hecho mucha gracia.
Nosotros, los atletas, amantes del minoritario deporte de la pista de tartán, evocamos ancestralmente el dichoso furgol, como una especie de himno étnico, pero, para Hacienda, el furgol no es dichoso, sino bendito.
Mierda. Se me ha ido la bola. Llevo 5´07" para esto que acaban de leer. Bueno, un mil marchando, de los de antes. Only the loney acabó y I´m hurting va por la mitad.





lunes, 14 de julio de 2014

lunes de verano

Aunque usted haya leído y escuchado, hasta la saciedad, eso de que el fútbol hizo justicia, que ganó el mejor y no se que del tiki taken posesionen, entre tantas teorías  que buscan incesantemente paralelismos entre la victoria germana de anoche y la hispana de hace cuatro años en Sudáfrica, no se crean nada.
Así les digan que el portero alemán es un líbero en toda regla y que toca mejor la bola que muchos mediocentros de nuestra segunda división, que sus carrileros son magníficos, que su centro del campo guarda un magistral equilibrio entre la destrucción y la creación de juego, o que sus torres arriba también tienen capacidad para rasear y triangular como Silva, Villa e Iniesta en punta, no se lo crean. Al  menos de momento.
Hoy es lunes. La albiceleste  ha perdido por tercera vez una final de la Copa del Mundo. Millones de argentinos lloran amargamente por el mundial de fútbol. Messi lo hace en silencio y soledad, Madina con su equipo de colaboradores y el resto del planeta llora indiferente la guerra entre palestinos e israelíes. El lloro indiferente es un término vanguardista que, en occidente, tenemos preparado para cualquier ironía que nos venga desde otras partes del planeta en relación a nuestro permanente pasotismo ante la muerte y el hambre en la infancia.
Nosotros también lloramos, pero no por un asesinato, una copa o por la secretaría general de un partido político. Yo se que, en occidente, lloramos. Estoy convencido, lo que no acierto a saber a santo de que lo hacemos.
Cuando les digan que en verano todo es más fácil, tampoco se lo crean del todo, máxime si, como hoy, toca lunes.
Seguro que los lunes, ni siquiera el viejo, aquel lanzaroteño emigrado a Cuba, salía a pescar. Y, mientras me pregunto si el viejo lloraba, me entran ganas de hacerlo a mí: el mundial se terminó. ¿Y ahora qué?



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jueves, 10 de julio de 2014

Tócala otra vez Adri

Canta Gardel su adiós muchachos mientras la toca Di Stefano en defensa; Rick la vuelve a tocar para Sam cuando Di Stefano conduce la bola, su vieja, a la altura de la medular; McCartney no quiere pasar más noches solo y también canta, justo cuando Di Stefano avanza hacia tres cuartos de cancha; Brasil pierde y La Saeta, perpleja, levanta la cabeza y se frena; Maracaná enmudece mientras Gaza sufre un exterminio tutelado y occidente ve la tanda de penales que lleva a la Argentina de Di Stefano, sin Don Alfredo, a su quinta final.
Dani toca el timple como un gigante y Adri toca la bola con la derecha; ahora con la zurda, con su blusa del Barça empapada en sudores juveniles. Emma le espera bajo los palos, dos piedras como las del anuncio de las reglas ancestrales de la Coca-Cola.
En verano todo es más fácil, decía el viejo Hemingway mientras remaba hacia la orilla, en plenos sanfermines.

lunes, 7 de julio de 2014

Las Palmas - Millonarios de Bogotá

En marzo del año 52 el Millonarios de Bogotá estaba de gira por España. Jugó contra el Sevilla, el Valencia, el Madrid y la Unión Deportiva Las Palmas.
El periodista argentino Roberto Neuberger bautizó, futbolísticamente, a uno de los atacantes del equipo colombiano como la Saeta Rubia. Se llamaba Alfredo Di Stefano, también era argentino y venía de River.
El Millonarios, en aquella gira, ganó al Madrid y empató contra Sevilla y Valencia. Cuando llegó a Gran Canaria, el equipo colombiano mordió el polvo en el Estadio Insular, contra la Unión Deportiva Las Palmas, por 3 goles a 2.
Antonio Lemus, histórico referente del periodismo deportivo canario, pudo entrevistar a quien posteriormente sería considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. La Saeta dijo que si había un equipo capaz de hacer frente al fútbol sudamericano, en Europa, esa era la Unión Deportiva Las Palmas.
Era obvio que, de su profesión, La Saeta sabía.
Don Alfredo ha muerto hoy en Madrid. La Saeta seguirá corriendo la banda, a gran velocidad, tanto tiempo como nosotros queramos.

 

lunes, 23 de junio de 2014

Personas sin alma

Ayer fue un día ciertamente extraño, quizás hasta trágico para muchos, dentro de la historia del club de fútbol Unión Deportiva Las Palmas.
Aún no entiendo como se pudo llenar el Estadio de Gran Canaria, al que yo me sigo empeñando en llamar el Insular, como el viejo estadio de Ciudad Jardín. Cuentan que había unas 32.000 personas. Treinta y dos mil grancanarios pagando por ver fútbol en directo son demasiadas para un 35% de paro. Cuestión de prioridades, supongo.
Un treinta y cinco por ciento de paro en el conjunto de la población pero, según cuentan los del INE, un 65% entre la población menor de treinta años, lo que llaman desempleo juvenil. Menos aún entiendo como pueden tener, nuestros veinteañeros, sus buenas perras para comprar una entrada. Supongo que también cuestión de prioridades.
De las derrotas se aprende. Ayer la sociedad grancanaria salió derrotada del Insular. Se demostró a ella misma que tiene un grave problema de valores, de civismo y de respeto.
Quizás hayamos perdido demasiado tiempo intentando rebatir las estúpidas cifras y mensajes macroeconómicos que, desde la capital del reino, nos envían para que levantemos el ánimo y dejemos la objetividad bajo la alfombra del baño. No hemos sido capaces de predecir que, indudablemente, nada bueno viene en camino para una sociedad con casi dos generaciones perdidas.
Lo que ayer y hoy, desde nuestros teclados, hemos tachado de subnormales y de retrasados son, realmente, personas sin alma. Nosotros los hemos creado, permítanme que, como uno más de los que los han creado, me atreva a bautizarlos. Personas sin alma va bastante bien, a mi parecer.
Y eso es lo que se supone que hacen las personas sin alma. Comen, beben y destruyen. Nadie les ha enseñado otra cosa y, por tanto, nadie debe esperar otra cosa.
De los chicos que invadieron el campo ya nos estamos encargando entre todos. A mí, lo que realmente me gustaría, es reunir en un buen recinto a esos miles de paisanos canariones, incluyendo algún jugador de fútbol de la UD, que han utilizado palabras tan dañinas y absurdas como las de subnormal o retrasado y ponerles delante a un grupo de personas con discapacidad y, por supuesto, con alma. Las personas con discapacidad si tienen alma.
Ayer, si hubiésemos llenado el Insular de personas con discapacidad, hubiésemos logrado el título de mejor afición del mundo y, de paso, una nominación para el Nobel de La Paz y La Concordia.
Bueno, al menos no subimos a Primera. De haberlo logrado, todos sabemos que parte de los dineros públicos de sanidad, educación y servicios sociales hubiesen ido a parar a las arcas del equipillo, para poder comprar buenos jugadores de Primera, de esos que, aparte de tener mejor definición de tres cuartos de cancha hacia delante, se defienden ante un micrófono y, con un poco de suerte, hasta tienen alma.
Me hubiese gustado que mis amigos hubiesen vendido, como yo, bocatas de queso y salami en el Insular hace ahora treinta años, cuando venía mi Barça con Maradona, el Bilbao de Clemente, la Real de López Rekarte, o el Madrid de la Quinta del Buitre. Aquello le permitía a uno ver que los mismos insultos se proferían al árbitro, al rival y, hasta a los propios amarillos, tanto desde la Naciente, con sus ultras y su mala prensa, como desde la excelsa Tribuna de la jet-set local, donde el traje de chaqueta y corbata era lo más habitual. La violencia no es un don exclusivo de los poligoneros, chabolistas y matados. La violencia solo es común en las personas sin alma, vivan en Ciudad Jardín o en las chabolas del Martín Freire.
Ayer, aunque aún no lo sepamos, fue un gran día. Una especie de punto de inflexión y una oportunidad para que la sociedad grancanaria pudiese verse retratada a sí misma. Cuentan que muchos pasaron vergüenza ajena. Quizás alguno de esos muchos decida irse moviendo para hacer conciencia social. Ya saben que con los políticos no podemos contar. Toca recortes. Yo voy a seguir empollando un poco de geografía. Nos cambian el mapa político cada par de años. Digo yo si será para que les compremos los libros a los chiquillos de nuevo y hacer negocio:
"...Canarias. Provincias de Las Palmas y de Santa Cruz de Tenerife. Ciudades importantes: Las Palmas de Gran Canaria, La Laguna, Santa Cruz, Madrid y Bruselas..."



jueves, 19 de junio de 2014

una horita menos.

Que mi tiempo se agota es algo que ya tengo claro desde que titulé en la EGB. Desde entonces, en Canarias, habrá llovido al menos una docena de veces. Ya he visto un dictador, dos reyes borbones, tres o cuatro papas en el Vaticano, un cambio de siglo y de milenio, un cambio de moneda, dos copas de Europa, un mundial y algún que otro suceso paranormal.
Porque no me digan ustedes que es normal que anoche la España peninsular tuviese como rey, cuando los relojes allí señalaban las doce, a Felipe VI y nosotros, aquí abajo, en ese mismo instante y marcando los relojes las once, fuésemos aún súbditos de Juan Carlos I.
Un pueblo que necesite dos reyes al tiempo, para meterlo en vereda, debe ser un pueblo difícil de lidiar.
Y menos mal que esto, lo mío, se acaba, porque no hay dios que lo aguante oiga. Y menos con estos calores.

sábado, 14 de junio de 2014

Otro más

Cristóbal se nos ha afiliado hoy. Otro más. Si no ando mal de memoria, prácticamente no nos queda ninguno de la alineación titular que no se haya adscrito a este nuevo y selecto club.
Con su decisión, meditada, el Séptimo de Caballería, que ya saben ustedes que es el nombre con el que se nos conoce, en el mundillo del atletismo local, a los juniors del CAI del 91 que fuimos séptimos en el Campeonato de España de clubes de la categoría  aquella temporada 90/91, es ya un selecto club M40. Solo falta que nos compremos unas camisetas de aquellas de veinte duros, como las de Hilario que teníamos por entonces, y nos pongamos como reto retomar la senda de nuestros éxitos juveniles. Con las pibas, digo.
Con esa pedantería y arrogancia propias de mi personalidad, no quiero cerrar estas líneas sin recordarles que el primero que abrió la veda, en esto de la cuarentena y la vida contemplativa, fui yo. No se me marquen tantos que no les pertenecen, como el de Marcelo en propia puerta con Brasil, que ya Florentino se habrá apresurado a reivindicar como el primer gol de un madridista en el Mundial 2014.
Que tenga usted buen día mi saltador.


domingo, 8 de junio de 2014

Análisis empírico del mosqueo

Después de años y años de recopilación de datos, he llegado a la conclusión de que la duración de los mosqueos depende de la edad de los púgiles.
En el caso de los niños duran unos seis minutos. Entre los mayores de las casas unos seis días. En el trabajo seis semanas y, entre familiares adultos, unas seis generaciones.
Fíjense que, en todos los casos, hay un factor común. Los mosqueos se dan siempre por cosas de niños.



viernes, 6 de junio de 2014

Feliz fin de semana

No se si a ustedes les gusta esa expresión. A mí, francamente, no me agrada lo más mínimo. Y es que no hay manera de que nos alternen la publicación de las cifras de paro, los nuevos episodios de Corrupción en España, la final del Abierto de Francia y el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1.
De lunes a viernes, no hay día en que, cuando me meto en el coche camino del curro, la primera frase que escuche en la radio no sea esa que ya se ha convertido en  toda una coletilla nacional "..y un nuevo caso de corrupción..". Ello me ha llevado a veces a pensar que aún sigo dormido, y que ese día ya lo viví ayer, como si uno fuese Bill Murray y aquello El Día de la Marmota.
Y llega el fin de semana y, mientras todo el mundo piensa en descansar, va Nadal y se clasifica para jugar su novena final en Roland Garrós. Y contra Djokovic nada menos. Y será a media tarde, al tiempo que Fernando Alonso intente entrar tercero en Canadá.
A mí estas cosas me indignan. No hay nadie capaz de alternar el politiqueo barato y las finales deportivas. ¿A nadie se le ha ocurrido, por ejemplo, que la Fórmula 1 se celebre el lunes a las cinco de la madrugada o que la corrupción política se destape el domingo por la noche?
Que tengan un feliz fin de semana. A mi me espera sudar la gota gorda, pasillo va, pasillo viene, para ver en las dos teles de casa el Roland Garros y el Gran Premio de Canadá al mismo tiempo. Hay que joderse!

jueves, 5 de junio de 2014

...mierda pa los malcriados!

No se le ocurra ir nunca al banco el primer lunes del mes. Sobre todo si acabamos de salir de un largo puente de fin de semana. Hágame caso. Cuando llegue se encontrará usted que aquello le parecerá Las Ventas abarrotada, tal como nos la pintaban aquellos cómicos sin gracia del siglo pasado.
En el Santander de la Playa de Arinaga, que ya les digo yo que allí hay un Santander, a pesar de que les parezca raro, no hay números de turno. Uno llega, saluda y, si es ingenuo, pregunta quién es el último, esperando dos contestaciones que no suelen llegar. Les digo esto para que se pongan en el lugar de los que ya están allí dentro. Estarán hasta los mismísimos de esperar a que les atiendan, como para prestarle a usted atención y educación.
Bueno, cuando uno ya se posiciona en la fila, luego de unos incómodos diez primeros minutos en que está pegado a la pared de la calle, esperando en lo que sería una pre-fila, ya puede calcular a razón de cinco minutos por persona. Si tiene diez o doce delante, la hora no se la quita ni dios.
Yo entré allí el lunes siendo republicano convencido desde hace más de un lustro. Pero, retomemos lo de la cola. Pasadas dos personas y a falta de unos presuntos cuarenta minutos -digo presuntos porque a los minutos tampoco podemos culparlos de nada hasta que haya sentencia en firme- es cuando se debe sacar el móvil y ver como va el wifi de la oficina ese día.
Así, comenzamos a tantear la rabiosa actualidad, importándole a uno un carajo lo que pase a derecha e izquierda. Escándalo por aquí, robo por allá. Nada del Barça ni pa dios, buena señal. Pas de nouvelles, bonnes nouvelles, que decía mi profesora de bachillerato.
La del lunes fue una hora crucial en mi vida. Entré allí republicano, más bien antiborbonista por indignación, pero cuando ya estaba delante del cajero, gracias a esos casi imperceptibles atisbos de transparencia que a los políticos se les escapan en estado de nerviosismo, me di cuenta de que había sufrido una transformación milagrosa y pensaba como un monárquico convencido. Convencido y acojonado. Este Pablo Iglesias es la leche. Con él todo es posible, hasta que uno reme en sentido contrario al que él desea después de escucharle.
Solventado, al menos hasta que vuelva a ir al banco, lo de mi cariño por la corona, ahora tengo otro problema. No se cuántas veces más aguantaré sin citar a viva voz,  al llegar al Santander y después de que nadie me conteste a mi saluda, aquello que me enseñó El Decano de mierda pa los sordos! que, con un pequeño ajuste, como esos que necesita nuestra carta magna, podemos dejar en mierda pa los malcriados!

lunes, 2 de junio de 2014

Un cubata a la salud de la derrota perdida

Abdica nuestro Rey, un partido político nuevo, que aún debe perfeccionar su financiación irregular y que no tiene ni presupuesto para mandarte a casa una octavilla, consigue 1,2 millones de votos en las europeas, jueces que dimiten en un pis-pas solo por ir en moto saltándose semáforos en rojo, sin casco y con cierto olor a cubata rancio, y un gobierno estatal que te jode la fiesta de la nacionalidad canaria con el anuncio el día antes, con premeditación y alevosía, de que se van a dedicar a perforar el mar junto a tu playa buscando riqueza para cualquiera menos para uno, componen un rocambolesco entorno de histeria colectiva.
Pero a mí, lo que me tiene jodido de verdad es que este pasado fin de semana nuestros jugadores de la Unión Deportiva Las Palmas celebraron en la noche de Palma, su derrota perdida ante el Real Mallorca.
Imagínense ustedes que hubiesen coincidido con mis amigos Marta, Edu o Bernardo.
Hay que joderse. De saber que iban a salir de juerga, fuese cual fuese el resultado, yo mismo me habría dado una escapadita al Paseo de Palma, al Arenal o a C´an Pastilla, que no se me ve por aquellos lares desde el 96 y, desde entonces, en Canarias ha llovido como treinta veces.
Es comprensible celebrar una derrota, teniendo en cuenta que si eres de segunda, cuando subes a primera, terminas teniendo un problema. Y más ahora, que el FMI ha recomendado otra vuelta de tuerca a la legislación laboral, para fomentar el empleo minimizando los derechos de los trabajadores. Es comprensible pero no es menos cierto que para algo está el mini bar del hotel.

domingo, 1 de junio de 2014

La París-Colmar y sus dificultades añadidas

En unos días empieza la París-Colmar a la marcha, que doy por sentado que será una prueba de marcha que empiece en París y acabe en Colmar. Yo nunca he ido y, por aquello de la desigualdad de oportunidades propia de mi insularidad, doy por hecho que no lo haré jamás, a no ser que lo deje escrito como última voluntad y lo haga dentro de una vieja caja de madera.
Y digo lo de vieja caja de madera, pensando que ustedes ya se han enterado de que hay un mercado secundario de cajas fúnebres. Legal y supervisado por la CNMV, nada que ver con lo de Afinsa y Fórum Filatélico. Hasta podría usted invertir en cajas fúnebres como renta fija, sin sobresaltos.
Bueno, retomando lo de la París-Colmar. A mí me parece la leche. Vas marchando y, detrás tuyo, va tu caravana y el equipo de apoyo. Yo no podría meter mi caravana en el Binter para ir desde Gando a París. Imagínense el azafato de tierra"¿Lleva equipaje de mano caballero?".
Pensemos ahora que nuestro participante preferido sea una mujer. Una señora que se haya clasificado, luego de un par de años de concienzuda preparación, gastando zapatillas y zapatillas sin tino,  y que, cuando llega el momento, le cae en este mes de junio y tiene que llevarse a su marido, a sus suegros, a sus dos cuñados, a sus dos hijos adolescentes y a su vecina del 4ºC, esa que le toca el timbre los lunes y jueves para pedirle un paquete de café y ni se sabe cuántos le debe ya.
Una cosa es tirar del carro, como decía Camacho y también, porque no decirlo, su padre y el mío. Otra, igual de difícil, lanzar los penaltis que solo Raúl se atrevía a lanzar, cosa que solo decía Camacho y que no creo que usted le haya escuchado nunca decir a su padre.  
Pero, lo de la París-Colmar a la marcha, eso es otra cosa. Una marchando y pendiente de que detrás, en la caravana, todo esté en orden.
Si fuese usted un tío la cosa sería mucho más fácil. Marchar, marchar y marchar, como decía Luis Aragonés. Que creo que, si no decía eso exactamente, sí al menos algo parecido. 

miércoles, 28 de mayo de 2014

El mejor

Desde hace unos tres años me suelo cruzar, un par de veces por semana, con un señor, y utilizo lo de señor en vez de lo de tío porque la ocasión lo merece, que camina y camina a toda pastilla, en gesto de ultra marcha, todo el paseo de la Playa de Arinaga y las largas rectas del Polígono Industrial. Vamos, un circuito que, de haber tenido pasta, yo ya hubiese patentado por si algún día a alguien le da por organizar aquí la Copa del Mundo de Triatlón. No les exagero si les digo que ya le he dado unos treinta y cinco mil kilómetros desde que vivo aquí abajo, al sur del sur.
Bueno, a lo que iba, resulta que este hombre, que ya rondará los setenta, me genera un gran respeto. De hecho, cuando paso a su lado, me subo la gorra y me quito las gafas para saludarlo con cierta pleitesía.
Estamos hablando de que es el mejor marchador de la isla. Y no lo sabe.
De la próxima no pasa sin que lo pare y le pida el teléfono, como cuando abordé, allá por el año 91, a aquella pibita morena en la calle Bravo Murillo y dejé a mi colega Norberto hablando solo. Aunque esa es otra historia que ya les contaré más adelante.
Bueno, como les decía, que me he vuelto a cruzar con el  mejor marchador de la isla, y lo es sin haberse puesto un dorsal y, encima, sin saberlo. Me toca decírselo a mí, que por algo soy el encargado en esta zona.
Para que luego digan que la marcha atlética no es el más universal de los deportes.


domingo, 25 de mayo de 2014

Champions y Copas

Dentro del vestuario, el tal Cholo ese debe ser un tío íntegro. En la final de ayer dio, casi desde el pitido inicial, ventaja competitiva a su rival, al dar entrada al delantero que le había llevado en volandas al equipo durante gran parte de la temporada.
Lo suyo, en condiciones normales, hubiese sido que ese nueve -cuyo nombre ustedes ya conocen, con lo que yo me voy a  ahorrar el buscarlo en el google para ponerlo aquí y marcarme un tanto- se hubiese quedado en la grada.
Pero el tal Cholo ese da la impresión de ser un tío raro, de los que aún aprieta la mano con fuerza, te mira a los ojos y, si me apuran, hasta se quita las gafas de sol para hablar contigo.
Del partido ya ustedes lo sabrán todo. Habrán leído cientos de columnas y crónicas técnicas, con escarceos socio-políticos incluidos, y habrán visto cuarenta veces los cinco goles, el marcado en el tiempo ordinario y los otros cuatro en la prórroga extra.
Una Champions más para el Madrid. Podría haber sido la Primera Copa de Europa del Atlético.
Y no me dirán ahora que, a estas alturas, ustedes no se han enterado aún que las Champions y las Copas de Europa son dos cosas bien distintas. Ello depende de si se ganan desde el carácter y la garra, o desde el rol de potencia económica mundial.
Esperemos, al menos, que esa Champions madridista no se les caiga de la guagua abajo a los jugadores, que habrá costado unos quinientos millones de euros, mil arriba, mil abajo.

viernes, 23 de mayo de 2014

Benditos alimentos

Cuentan en El Vaticano que el Señor Bergoglio tiene estos días un cabreo de narices.
Y es que, lo que le pasa a este comprometido Papa, no le pasa a nadie oiga.
Resulta que, en la azotea de su casa, y sin que él mismo se enterase, se reunieron ciento cincuenta comensales, cristianos y cristianas todos ellos, eso sí, y se zamparon un bufé de unos 18.000,00 €, céntimo arriba, céntimo abajo. No me vayan luego ustedes a decir que mi información pierde credibilidad por la inexactitud de este banal dato de la factura.
Permítanme que me atreva a opinar, legitimado por haber sido monaguillo en el barrio marinero de San Cristóbal antes que marchador que, a tenor del importe de la cuenta, ésta debió ser algo así como La Última Cena.
Como Dice Morgan, ese de los machanguillos, Ditoseadió...!

lunes, 19 de mayo de 2014

Davinia, Goliat y el tío del porro.

Esta tarde la gasolinera BP de Sardina estaba de bote en bote. Unos echando gasofa, otros lavando el carro y los menos en la tertulia futbolera de la cafetería. El caso es que la BP es de lo más transitado de Sardina.
A sabiendas de lo incómodo que puede llegar a ser que el tío del surtidor te mire atravesado a lo lejos, he pasado por caja primero, antes de aparcar en mi habitual observatorio. Dos euros me ha costado la broma.
No les exagero si les digo que me lo paso de fábula, observando y tomando notas de todo ser vivo que pulula el lugar, en la hora escasa que estoy allí.
Suena McCartney en la 102.2 mientras una vieja Seat Trans roja aparca justo al lado mío. El tío baja la ventanilla y, pasados unos minutos de cortesía, se lía su porrillo. Menos mal que hoy hay viento sur. De lo contrario no hubiese podido escribir estas cuatro gilipolleces con cierta normalidad.
El del corsa azul ha salido de su carro. Lleva la camisa del 10 de la canarinha. No tiene pinta de futbolero. Yo tampoco, así que me voy a ahorrar lo ilegítimo del juicio de valor sobre lo mal que le queda la blusa.
Justo delante mío está la parejita del Megane. Ella debe medir como mucho 1,50 y pesar unos 45 kilos. Él, todo lo contrario. El 1,90 y 110 kilos no se los quita nadie. El pibe está empeñado en pasar la aspiradora primero y luego ir al lavacoches. Ella al revés. Aquel hombre grita que te grita y la piba sin inmutarse. De buenas a primeras, cuando McCartney hace rato que dejó la 102.2 y ahora su lugar lo ocupa la de los conductores suicidas de Sabina, la tía se levanta, lo mira fijamente y, sin mediar palabra, veo que los dos se meten en el carro y se van hacia el lavacoches. Para que luego digan que lo de Davinia y Goliat no es verdad.
Siete menos cinco. Joder, se me ha acabado el duro. Tengo que irme. Hoy no paso ni por la cafetería. Seguro que estará llena de atléticos y de madridistas, afilando cuchillos para la final de la Copa de Europa. Demasiado doloroso para un azulgrana.
El del porro me toma la delantera por cuestión de segundos. Sale del coche y empieza a empujarlo a lo Pedro Picapiedra y Pablo Mármol. Coño, la furgona estaba vieja, pero no pensaba que tanto.
Siete en punto...ñossh, llego tarde
(basada en hechos reales)

martes, 13 de mayo de 2014

Nada es para siempre.

Decía Mascherano ayer que nada es para siempre, apuntalando el estado anímico de una plantilla, la del Barça que, según los entendidos, necesita una tremenda remodelación.


Que estamos muy mal acostumbrados, los que nos sentimos azulgranas para esto del fútbol, es un hecho. Hoy he oído en un telediario la coletilla "..y el subcampeón de liga..." y he cambiado de canal. Me sonó a recochineo oiga.


Esta liga debía ser colchonera, no le den más vueltas. La alegría debe ir por barrios, sino esto sería muy aburrido y, en esa ruleta que va marcando la historia de la liga,  al Atlético ya le tocaba.


Dieciocho años son muchos años, aunque yo aún recuerdo perfectamente el del doblete. El día que el Atlético ganó aquella su última liga hasta la de anoche, con Simeone, Caminero y Burgos en el césped, nosotros, el CAI de atletismo masculino, estábamos en Toledo preparándonos para participar en una liga de primera división.


46´55" hice en los 10 kilómetros marcha en pista. Haciendo bueno el dicho de Mascherano, ya no puedo hacer aquellas marcas. Menos mal que, para poner en duda lo universal de la afirmación, debo reconocerme a mí mismo que la memoria la conservo intacta.


La memoria atlética, por supuesto. No me vayan a preguntar que cené anoche.
























domingo, 11 de mayo de 2014

Los "Príncipe de Asturias".

La diferencia entre un jugador de Primera y uno de Segunda, además de que estos últimos tienen un comportamiento dentro del área nada resolutivo, que es lo que los entendidos llaman definición, estriba en cómo se comportan ante el micrófono.

Yo creo que, a los de Primera, les obligan a hacer un máster en comunicación y marketing. Solo así se comprende esa corrección y fluidez con la que contestan a la prensa. De hecho estoy por atreverme a anticiparles que, los más habilidosos ante las cámaras, podrían hacer carrera en política al colgar las botas. No hay más que recordar que Xavi y Casillas tienen un Príncipe de Asturias, como Vargas Llosa, Cela o Günter Grass.

En cambio, los clubes de Segunda, y supongo que por cuestiones meramente presupuestarias, tienen jugadores sin esa formación de post grado. Ello motiva que, cuando un partido no acaba como se espera, los futbolistas disparen con bala contra el árbitro, los jueces de línea, la afición contraria, la defensa rival y, si me apuran, hasta contra los mismísimos dioses del olimpo, para justificar que les han clavado un gol en el último minuto del derbi. Un jugador de Segunda nunca optará a un Premio como el Príncipe de Asturias.

Tampoco creo que Fernando Alonso vuelva a ganar la estatuilla de Don Felipe y Doña Letizia o, al menos no mientras continúe en Ferrari. Hoy, en el Gran Premio de España de Fórmula 1, que ya saben ustedes que se celebró en Cataluña, los Mercedes de Hamilton y Rosberg doblaron a Kimi Raikkonnen en la última de las 66 vueltas al circuito, de más de cuatro kilómetros y medio. Los Mercedes cruzaron por la bandera a cuadros dos segundos más tarde de que Alonso comenzase su última vuelta.

Y, si Luca Cordero di Montezomelo quiere lograr tan insigne galardón algún día, debe hacer su pertinente formación de post grado, como los jugadores de Primera. Lo de los bólidos rojos ya no es como antaño.

 




miércoles, 7 de mayo de 2014

59"9

Pongamos cualquier viernes tarde de la primavera del 92, en el viejo Martín Freire.

Valga como antecedente, en mi habitual línea egocéntrica, que siempre me sentí una especie de capitán sin brazalete de aquella quinta del 72, por el mero hecho de ser, por semanas, el más viejo del grupo.

Pablo pidió un control de "4 vallas" que, para los que se inician hoy en día en  esto del atletismo, es el diminutivo que hace referencia a la prueba olímpica de los 400 metros con vallas.

Bueno, a lo que íbamos. Resulta que, para que las marcas fuesen válidas a efectos de rankings y mínimas autonómicas y nacionales, en una prueba debía haber tres atletas en la salida.

Y ese requisito reglamentario fue el que me llevó a hacer mi, hasta la fecha, primer y último "4 vallas".

- Marcheta tienes que salir conmigo. No tengo a nadie más. Me falta uno.
- Yo?
- Sí coño!
- Venga! (Ahí es cuando contesté con el corazón, como capitán sin brazalete al auxilio de cualquier causa perdida).
...
Diez minutos más tarde, Pablo había logrado su objetivo: 59"9. Para bajar del minuto en el 4 vallas hay que ser un especialista.

Unos eternos 3/4 de recta más tarde entré en meta en un tiempo de 1´10". Comparando aquel 4 vallas con otros escarceos extramarchísticos,  estuvo mejor que, por ejemplo,  cuando hice 3 nulos en la primera altura del concurso de salto en infantil, estando el listón a 1´10 metros que, si me apuran, era por debajo de la propia colchoneta.


Estos días me he acordado de Pablo, de su 59"9 y de mi 1´10" con cholas de marchador.

Añádanlo en mi debe. Podría tener el record autonómico del 4 vallas para marchadores, de los que marchan digo.





domingo, 4 de mayo de 2014

2060: Sin límites.

Si hay una prueba, dentro del programa olímpico de atletismo, que da fe de eso que los presentadores del telediario de la 1 denominan como la búsqueda de los límites del ser humano, perdónenme por lo personalista, monotemático y pedante de mi línea, pero no es otra que  la marcha atlética.

Y no me lleva la pasión oiga. Mera interpretación de los datos.

Resulta que Bikila ganó la maratón de los Juegos Olímpicos de Roma, en 1.960, con 2 horas y 15 minutos. En Londres 2012 el campeón olímpico paró el reloj en 2 horas y 8 minutos. 7 de mejora en 52 años. No está nada mal.

Pero el salto cualitativo de la marcha no tiene parangón. Lo de Armstrong a la luna no es nada comparado con esto que les voy a recordar ahora mismo.

Resulta que en los Juegos de Roma, en  1.960, el inglés Donald Thompson ganó el título olímpico de los 50 kilómetros marcha con un tiempo de 4 horas y 25 minutos. En Londres 2012 el hombre fue capaz de correr la distancia en 3 horas y 35 minutos. Cincuenta minutos de mejora, para otros tantos kilómetros y en ese periodo de cincuenta y dos años: un minuto por año.

Sí, ya se que me van a tildar de oportunista si les anticipo que, allá por el año 2060, los marchadores que corran los 50 kilómetros harán la prueba en 2 horas y 45 minutos.

Menos mal que, por entonces, yo ya estaré muerto.



jueves, 1 de mayo de 2014

La que se avecina.

Entrado ya uno en una etapa de la vida en la que tiene que analizar cada paso que da, además de hacer lo propio con los que da el vecino, por aquello de los daños colaterales, me pregunto donde acabará todo lo que me enseñaron en mi deambular infantil y juvenil.

Mi primer bastión, la marcha atlética aquella de caminar rápido, sucumbió al paso del tiempo y hoy en día nada tiene que ver con la que me enseñó El Decano Cárdenes.

Mi segundo apoyo vital, el fútbol de toque, toque y más toque, que jugábamos en el patio del colegio Leopoldo Matos, también está ahora en entredicho.

Cuentan, los expertos en la materia, que se avecina un largo periodo de tiempo donde primará el juego defensivo con veloz contragolpe. Patadón arriba del portero a tres cuartos de cancha, milagroso control del carrilero que, sin bajar la pelota al suelo, la meterá a la olla donde surgirá la fortaleza de un 9 a la antigua usanza para remachar a gol por el centro y a romper.

Así las cosas, solo nos quedarán los libros para recordar como jugaba Hungría en los años cincuenta, como lo hacía la selección de Brasil con Pelé en el mundial del 70 o con Sócrates en el de España, o como jugaba la naranja mecánica de Cruyff durante los años 70.

Por no decir nada de nuestra Unión Deportiva Las Palmas, de la que ni tan siquiera los libros recordarán como llegó a sus subcampeonatos de liga y copa jugando al toque, raseando la bola en el Insular.

Pues ya me dirán que hago yo sin marcha y sin fútbol, aunque siga habiendo marcha y fútbol. Ya me veo, en unos años, buscando fotos de Germán, de Tonono y de Guedes. No vean ustedes la que se avecina






martes, 29 de abril de 2014

Melita

Mela se nos ha ido.

Hasta hoy, prácticamente podría decir que aún no se me había muerto nadie. Es lo único bueno de criarse solo. A nadie debes, a nadie lloras.

Esposa y madre de atletas. Directiva del CAI de los 90, el club en que nos criamos los de la quinta del 72, Mela era muy querida y respetada por todos nosotros.

De ella recuerdo una frase que no olvidaré mientras viva:

"Pepe, lo bueno del atletismo es que aquí tiene cabida todo el mundo. Si no vales para correr, vales para lanzar o para saltar".


Hace veinticuatro años que me dijo aquella frase, sentados los dos en la grada del Martín Freire. Era una idea que plasmaba más que lo elitista y competitivo de este deporte. Era una manera de expresar lo que aquellos directivos del CAI hacían por nosotros. A la chita callando nos educaban y formaban, en valores y sacrificio.


Esta noche lloraré a Melita. Mañana, de madrugada, mientras marche, me dedicaré a recordar los pocos momentos que compartimos.




martes, 8 de abril de 2014

Don Javier

Se quejaba hace un par de noches, al micrófono de El Larguero, un sobrio y desconocido Clemente de que nadie le había consultado para usar su apellido en el cine.


Yo, que siempre fui clementista, mientras Don Javier fue seleccionador nacional, también podría haberle llamado para recriminarle la pasta que me impidió ganar hace treinta y pico años.


Les explico: tocaba partido en el viejo Insular. Era la última jornada de la Liga 82/83 y nos jugábamos la permanencia contra el Bilbao, por entonces entrenado por Clemente. Los leones nos ganaron 1-5 y nos mandaron a Segunda División. Lo abultado del resultado hizo que la gente comenzara a irse cabizbaja y lagrimosa, mediada la segunda parte.
Todos aquellos eran mis clientes. Se me iban como moscas. Aquella tarde no vendí ni la mitad de los bocadillos de queso que había preparado.
Calculo que perdí unas mil pesetas. Eso, a plazo fijo y pasado todo este tiempo, supondría ahora mismo unas tres mil trescientas pesetillas, duro arriba, duro abajo.
Clemente no preguntó a nadie para ganar aquella liga y joderme la venta de bocadillos de aquel domingo 1 de mayo del 83.

domingo, 30 de marzo de 2014

Que si, que no, que caiga un chaparrón...!

En la foto se ven a dos jóvenes corriendo, con postura de marcha. Arriesgándose uno un poco, me atrevo a afirmar que se trata de una de esas pruebas de marcha atlética que se disputan actualmente en cualquier parte del mundo. De hecho, mientras usted lee esto, en algún lado se estará celebrando una en la que algún virtuoso deportista haya caminado a un ritmo de crucero de tres minutos y medio por kilómetro.

Vuelvo a escribirlo para darle la oportunidad, si me está usted leyendo sin el más mínimo interés, de analizar lo que le acabo de comentar: "en estos momentos algún virtuoso en el planeta habrá acabado algún 5.000 metros marcha en pista a ritmo de tres minutos y medio el kilómetro caminando".

Reconózcalo. Usted no hará eso nunca en sus carreras, carreras de correr digo,  ni aunque se pegue veinte vueltas diarias al Parque Romano, haga pesas, abdominales y se acueste a las diez sin ver a Matamoros ni a Karmele Marchante.

Lo normal, retomando lo de las fotos, es que no se distinga a los corredores ocasionales de muchos marchadores de competición. Y esto, para su tranquilidad, no lo afirmo yo, lo inmortalizan las cámaras y sus autores.

En un intercambio de mensajes con uno de las personas que me leen y a la que leo, terminamos valorando la posibilidad de que las fotos a veces engañen...

...que sí, que las fotos engañan, afirma uno de nosotros, tan categórica como gratuitamente.

...que no, que las fotos muestran lo que hay al otro lado de la cámara, afirma el otro guiado por la estúpida idea de que algún día la marcha atlética volverá a serlo si él, un sheriff de poca monta sin placa, con un par de amigotes, logran cambiar el curso de la historia.

...que sí!
...que no!
...pues, entonces, que caiga un chaparrón!






miércoles, 26 de marzo de 2014

23º

Miércoles tarde. Los miércoles tarde siempre termino sentado en el asiento del acompañante del conductor, con unos apuntes de economía inmobiliaria que no pasan de ser una presencia testimonial en mi mano derecha y aparcado en la gasolinera BP de Sardina.
 
Mientras bajo la cabeza cada vez que el tipo de la gasolinera me mira a lo lejos, pensando que otra vez ando por aquí sin pasar por el surtidor, yo me dedico a mirar por el rabillo del ojo y detrás de mis gafas de sol, al tío de la caravana.
 
Menuda casa ambulante tiene el guiri. Me da por pensar en la París-Colmar a la marcha y también en que ya le ha dado unos treinta leñazos a la alfombrilla contra la acera. Creo que con seis o siete habría llegado.


El siguiente tío en el que me fijo es en el trajeado del deportivo rojo. Ya lo he visto un par de veces y siempre lava su coche en la máquina. En estos tiempos este tío es de los pocos que usa la máquina. Todo el mundo lava los coches a manguera.

Fíjense, ya tenemos otro parámetro económico para encasillar al personal. Los de clase media lavan el coche con manguera y lo secan a mano. Vamos, yo mismo soy capaz de lavar el mío con un euro, mirando la cuenta regresiva de la pasta que va consumiendo la manguera. Los primeros treinta céntimos para la espuma, otros treinta para agua con jabón y los últimos cuarenta para aclarar.

23º marca el termómetro de la fachada de la gasolinera. Me voy a por un botellín a la cafetería. Hoy hay liga y la tertulia futbolera pinta interesante. Aún me queda media hora de soledad, tiempo justo para saber si el guiri de la caravana y el trajeado del deportivo rojo son del Madrid.



domingo, 23 de marzo de 2014

miercoles por la tarde

Hoy, por las circunstancias, me he acordado de aquellas veraniegas tardes de los miércoles de hace dos años.

Y me viene a la mente la voz ronca y lenta de Santiago Carrillo. Por entonces, a sus 97 años y prácticamente hasta su muerte, colaboraba en La Ventana de la SER con Gemma Nierga. Yo, sentado en el coche mientras esperaba a que mi mejor amigo Adrián terminase su terapia para ir a jugar al fútbol, escuchaba admirado sus sabias intervenciones en aquellas tertulias. No eran palabras que me hiciesen recordar su ideología sino, más bien, virtuosas afirmaciones y vivencias que buscaban siempre la aceptación de la perspectiva de los otros contertulios.

Carrillo era un político vocacional. Suárez también. Por algo Don Adolfo es, en tiempos de la Monarquía Parlamentaria, el último Presidente del Gobierno del Reino de España que ha dimitido. Decisión que ya no volverá a barajar ningún político de las más altas esferas jamás.



domingo, 16 de marzo de 2014

Desahogo nocturno

A eso de las dos de la mañana de ayer sábado me despierta la radio.

Yo soy de los que siempre se duerme oyendo el transistor o con la tele puesta. No tardo más de tres o cuatro minutos en empezar a roncar pero, los días que me he atrevido a dormir en silencio, he estado horas dando vueltas.

Desde la una y media de la madrugada, en la Ser está el programa Hablar por hablar. Cuando me despierto está en antena la madre de una chica con Síndrome de Asperger. Necesita mucho desahogo. Tiene tanto guardado dentro que no da pie con bola a la hora de expresarse. Así y todo, la entendí perfectamente.

Me doy media vuelta y sigo roncando. Dicen que no hay mal que cien años dure.

martes, 11 de marzo de 2014

Esos perversos juegos de palabras.


483 menos que en enero.

Si nos ponemos dignos ahora y usamos porcentajes, el paro en Canarias es ofensivo. Pero, si tomamos como ejemplo a nuestros mandamases y sus perversos juegos de palabras y  puntos de vista, permítanme que yo haga el mío.  Por mal que me salga no perderemos mucho, visto lo visto.

Madrid 549.514; Cataluña 629.586; Canarias 275.551, 483 menos que en enero, que no sabría decirles si son residentes canarios que han encontrado un puesto de trabajo, o canarios que han emigrado a Venezuela y ya no computan.

Bueno, con esas tres cifras un micrófono, una corbata y un carné del partido, me ponía yo ahora mismo delante de una multitud entregada y les diría que Canarias tiene la mitad de parados que Cataluña y casi la tercera parte que Madrid. Con dos cojones!

viernes, 7 de marzo de 2014

Y yo sin enterarme.

Calentar al trote es algo que siempre vi hacer a todos los atletas en el viejo Martín Freire. Bueno, perdonen que me rectifique, a todos los corredores, saltadores y lanzadores. Nunca vi a un marchador que calentase corriendo antes de una prueba que iba a disputar caminando. Fue una de las pocas cosas que nunca me cuestioné de niño, en aquel bombardeo de preguntas que hacía a los entrenadores de la época. ¿Y esta lanza para qué es Luzardo?. Julián, oiga, ¿y si se rompe una valla me echan de la pista?. Decano, ¿Cuánto recuperamos?. Nunca se me ocurrió preguntar si marchaba o corría para calentar. Juan Moreno se hubiese partido de la risa de haberle planteado tal obviedad.

Me han dicho que los sistemas de entrenamiento, los controles para testarlos, las zapatillas y el textil, la alimentación y la ayuda de buenos fisioterapeutas y psicólogos han hecho que todo haya evolucionado, tan vertiginosamente, que ahora ya no se usa lo de caminar para caminar.

Ahora se corre antes de empezar a caminar y yo, ridículamente autodidacta en plena era de las tecnologías de la información, sin enterarme.


jueves, 6 de marzo de 2014

Una moneda sin glamour

Hoy me he tomado un cafelito en la Tartería de Agüímes. Allí se hacen unas tartas cojonudas y, camino de la obligada visita turística al Barranco de Guayadeque y al propio Agüímes, ese Agüímes de Orlando Hernández, en la Tartería sueles encontrarte un buen puñado de turistas.

Desde que empecé con esto del internet en casa, prácticamente no había vuelto a leer un periódico en papel. Esta tarde tocó y, mientras ojeaba la crónica del España-Italia de anoche, en la mesa de al lado había dos guiris con aire aristocrático. Trajeados y con relucientes zapatos de punta. Sobre la mesa, dos cortados largos y un mapa de Gran Canaria.


Con quince años, cuando caía en mis manos un periódico, me iba directo a los deportes. Con el paso del tiempo empecé a leerlo entero, sociedad y necrológicas incluidas. El deporte  ya no me llamaba la atención como antaño. Hoy volví a abrir El País en tres cuartos de cancha. Ahí es, hoja arriba, hoja abajo, donde comienzan con el fútbol.

Al final, los guiris se levantaron antes que nosotros. Por la pinta que llevaban me esperaba que, al pagarle a Esther, lo hiciesen en  libras o marcos. Menuda moneda más ridícula el euro tú. No tiene ni pizca de glamour. Qué decepción cuando el trajeado alemán sacó un billete de esos de diez. Un tío como aquel no puede usar la misma moneda que uno como yo, con mis Adidas, mis vaqueros y mi cafelito solo. Y encima sin azúcar.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Robert Louis Stevenson


Dr. Jekyll: desgaste, hostilidad, hipocresía, rencor, miedo, responsabilidades, sospechas, contratos, acuerdos, conocidos, incumplimientos.

Mr. Hyde: marcha atlética, soledad.

domingo, 2 de marzo de 2014

efímero

Todos ustedes habrán leído y escuchado, hasta la saciedad, que la fama y la belleza son efímeras. Los clasistas del deporte, esos que se empeñan en jerarquizar a las personas por su nivel de marcas son ciertamente tontos. El rendimiento deportivo es aún más efímero que belleza y fama juntas. Anda Sam, tócala otra vez. Será la última, por favor!

viernes, 28 de febrero de 2014

canal moro.



Esta mañana marchando, que ya les he dicho que suele ser el único momento del día en que suelo pensar algo medianamente coherente, me ha venido a la cabeza aquel verano del 84 en Pasito Blanco.
Mientras mi amiga Deborah, llamémosla así por el tema de la Ley de Protección de datos, se pasaba aquel verano escuchando todo lo que tenía de Madonna y su hermano Paco, también amigo mío y también con un nombre figurado por lo de mi hipotética responsabilidad civil cuando acabe estas líneas, coleccionaba ejemplares de Playboy, uno, que nunca tuvo muy clara la verdadera importancia de las cosas, pensaba como ver, desde aquellas casetas de campaña donde pasábamos prácticamente todo el verano, la final del milqui de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 84.

Y así fue, para irles resumiendo que ya va siendo tarde, que con una vieja y pequeña tele a pilas en blanco y negro, cuadrada como una caja de zapatos, fuimos empatando alambre al trozo de antena rota que aún conservaba y moviéndonos, con la tele a cuestas, de un lado a otro de la playa, hasta que conseguimos la señal suficiente para ver a Abascal entrar por delante de Chesire en el canal moro, que así es como llamábamos a todas aquellas cadenas que pillábamos y de las que no entendíamos ni papa.
Dudo que el mismísmo MacGyver lo hubiese logrado. Y eso que no teníamos chicles aquella madrugada.

jueves, 27 de febrero de 2014

Segunda Regional Tailandesa


A estas horas de la noche, estoy seguro de que Maldini estará viendo algún partido de la Segunda Regional Tailandesa. No sé si ustedes también se han dado cuenta, pero Maldini puede decirte cosas de cualquier futbolista anónimo, hasta aquellas que ni sus propios compañeros de vestuario conocen.

Recuerdo que hace cosa de unos veintitantos años jugué, en el Rita Hernández de Telde, un torneo de futbol sala de verano al estilo de esos de 24 horas benéfico. Lo de jugar, si uno fuese serio, debería haberlo entrecomillado, pues nunca pasé de unos minutillos en la recta final, los de la basura. Es la única vez que he hecho algo con un árbitro que no haya sido una prueba de marcha. ¿Se pueden creer que en la grada había un tipo igualito a Maldini?

sábado, 22 de febrero de 2014

Crías Humanas


De niño siempre tuvimos perros en casa. Dos pastores alemanes y un pequinés. Eran mis mejores amigos, con diferencia. Sultán, Napoleón y Lanitas, que así es como se llamaban, iban a comprar el pan conmigo a la Dulcería La Alemana. Éramos un equipillo en toda regla y, aunque no se lo crean, el más juguetón y travieso era yo. Aun recuerdo la tarde en que me subí encima de Sultán y comencé a retorcerle la oreja, como quien abría gas a una Vespa. Y Sultán gruñendo, cada vez más fuerte, y yo dando más gas, hasta que se revolvió y, en legítima defensa, me soltó un pedazo de mordisco en la cara del que guardo las señas. Son unas cicatrices que me recuerdan, las pocas veces que me miro al espejo, que un día tuve perros y fui niño.

Mis tres amigos se fueron muriendo y hoy envidio a quienes tienen perros. La figura del dueño de perros siempre me ha fascinado. Ese amor por los animales, tan vocacional que muchas veces lleva, a quien tan intensamente lo vive, a mostrarse indiferente ante los problemas de las crías de humanos de sus vecinos, siempre me ha llamado la atención. Yo, cuando crecí y dejé de ser niño, aunque seguí con mis cicatrices en la cara, no volví a tener perros. Una pena, ahora tengo que salir a entrenar solo.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Dios, el argentino.


Lo miren como lo miren, Dios es argentino y eso, pese a quien pese, es una verdad incuestionable.

A ustedes les vendrá a la mente la mano que Dios prestó, allá por 1.986,  a uno de sus apóstoles, el Pelusa Maradona, para que le metiese un gol, ese gol que todos ustedes tienen ahora mismo en la retina, al portero de Inglaterra, vengando sobre un campo de fútbol toda una guerra, la de las Malvinas, que cuatro años atrás había ganado la señora Tatcher, que para algo era La Dama de Hierro.

Puede que les venga también a la mente el mismísimo Leo Messi y sus cuatro balones de oro,  o el Papa Francisco que acaba de renovar su pasaporte albiceleste. No tengan duda, Dios es argentino, paisano del defensa del City Demichelis que anoche, por providencia divina, pateó a su compatriota Messi, de manera tan celestial,  que solo Dios y ellos dos, argentinos los tres, saben si la falta fue dentro, fuera o sobre la raya del área.

El resto de la historia, ustedes y yo, mortales todos y ninguno argentino, aunque yo me llame de segundo Osvaldo, como el mismísimo Ardiles, ya la sabemos.

domingo, 16 de febrero de 2014

El ratoncito Pérez



Anoche tuvimos una nueva visita del Ratoncito Pérez a casa. Ya ha venido un montón de veces y, teniendo en cuenta que le quedan aún bastantes, estoy pensando en darle una llave. Ya es como de la familia. Pérez también ha cambiado su moneda y ahora deja euros en vez de las pesetas que usaba cuando  a uno se le caían los dientes de leche. Aquellos eran los tiempos en que el barcelonés Agustín Jorba hacía 4 horas y 10 minutos en los 50 kilómetros marcha de los Campeonatos de España.

Vino a eso de las tres de la madrugada y me despertó, aunque no lo vi bien. Dicen que de eso se trata, de que sepas que ha venido pero no alcances a verlo nunca. Realmente me hizo un favor pues tenía una pesadilla. Estaba soñando que hoy domingo 16 de febrero habría un nuevo Campeonato de España de marcha en ruta, como aquellos en que marchaba Jorba, pero sin prueba reina. Vamos, sin los 50 kilómetros. A ustedes esto les parecerá una chorrada, pero para mí es una pesadilla en toda regla. Si no, imagínense un Barça-Madrid de final de Copa del Rey sin Xavi, sin Messi, sin Iniesta y sin Cristiano. Como que no!