sábado, 28 de noviembre de 2015

Viernes negro

El pibe no debía tener más de once o doce años. Posiblemente anduviese acatarrado. El caso es que no entró en la piscina con sus compañeros de clase y les esperaba fuera, haciendo deberes. Ya a mitad de la sesión, camino del baño, se cruzó en las gradas con uno de sus profesores.

- "Paco, llévame esta carpeta para allá, que vuelvo enseguida".

El niño, voluntarioso, y supongo que temiendo algún tipo de represalia vía notas si se negaba, todo hay que decirlo, cojió la carpeta y la llevó, tan rápido como pudo, hasta el sitio donde el profesor había dejado su mochila y su abrigo.

Paco iba en dirección contraria pero eso, al susodicho profesor, poco debió importarle. Ni tampoco que el niño le hubiese dicho que se estaba meando.

-"Y corrígeme los exámenes que hay dentro!, ja, ja, ja..."

Paco debió pensar, además de que aquello no tenía ni puta gracia,  que ayer, 27 de noviembre de 2015, no era el Día del Profesor, como le habían dicho en el colegio, sino un viernes negro en toda regla.

Cuando Paco sea mayor, el profesor lo será aún más. Quizás recuerde la anécdota, o quizás la olvide, pero no tendrá estómago para dar cumplida venganza a tal agravio. Ya saben, de ancianos, todos parecemos corderitos degollados. No hay más que echar la vista atrás y recordar los últimos días de Pinochet.










lunes, 26 de octubre de 2015

Lavi nos ha dejado

Acababa de cumplir veinte años con nosotros. Llegó a nuestras vidas en el 95 y, poco a poco, se fue haciendo un hueco en nuestros corazones. Lavi, como nosotros la llamábamos, ya era una más de la familia.
Ayer se nos fue definitivamente. Ya no pudo dar más de sí. Con ella se nos va un poco de cada uno de nosotros. Sigilosa y fiel colaboradora, Lavi se lleva consigo una ingente cantidad de información, salida de nuestras ropas. Información, sentimientos y estados de ánimo, que debía encontrarse en nuestros vaqueros, en las camisas o los calcetines.
Cuando se la llevaron, fui siguiéndola con la mirada en silencio, mientras se perdía al final del pasillo, junto a la puerta de la entrada principal. Aquellos cinco metros de pasillo no se me olvidarán jamás. Fueron interminables.
Lavi fue una gran lavadora. Balay, para más señas. Hoy mismo nos hemos comprado una Teka. La salida de Lavi de nuestras vidas está empañando la llegada de la nueva Teka. La lavadora ha muerto; larga vida a la lavadora!


sábado, 24 de octubre de 2015

La intimidad a los 80

Vargas Llosa llega como un toro a los ochenta, lamentando, exclusivamente, que le sea imposible tener un Nóbel e intimidad al mismo tiempo.

Realmente su vida privada no ha dejado de serlo por su prestigioso premio sino, más bien, por esa otra frágil estatuilla animada, de porcelana, que tiene en casa.

Yo, que una vez gané un premio en mi comunidad, aprovechando que la del 1°C estaba de viaje a La Laguna, me he deshecho del diploma que guardaba. Imagínense que alguien, por envidias, me hace mal de ojos, los demás vecinos comienzan a meterse en mi vida, y me saludan en el ascensor.

Vivo en la última planta. Un mal trago sin conversación entre semana. No se si usted se habrá dado cuenta ya, pero un miércoles a uno le resulta casi imposible hablar de Hamilton o de la Unión Deportiva Las Palmas, que son los temas de los lunes, al margen del gobierno.

Del gobierno uno puede hablar siempre. Los ejecutivos siempre han dado tanto juego como el centro del campo del Barça de Guardiola.

No quiero ni pensar en lo que va a saber de mí la Presidenta cuando yo cumpla ochenta. Espero no ganar ninguna estatuilla de porcelana de aquí a allá.

domingo, 18 de octubre de 2015

Exhibición de marcha atlética (Milla Urbana San Rafael 2015)

500 metros las cuatro niñas y un kilómetro yo. Exhibición de marcha atlética hecha a la antigua usanza, por el peatonal de la Avenida de Canarias  a la altura de la plaza de los Algodoneros. 
Hay que seguir. A nadie más parece importarle la supervivencia de nuestra especie, pero hay que luchar por mantener vivos a los andarines.


jueves, 1 de octubre de 2015

1.964. Tokyo.

De vez en cuando recibo algún mensaje privado de facebook en el que algún amigo, de los que no forman parte del círculo de mis amigos, me pregunta si voy a correr la próxima Media Maratón de la ciudad.
Le contesto con una pregunta, para recuperar la posesión de la pelota -ya decía Cruyff que se empezaba a defender desde la posesión del balón-, y obvio rectificar eso de que no corro nunca.

- Y usted como sabe que yo me dedico a eso?
...
- Es que entré en tu perfil y vi tu foto.

Fíjense que, mientras yo trato de usted a todo el mundo, a mí me tutean hasta los niños.
Guardo silencio y sonrío. Tampoco se trata de decirle que la foto no es mía, sino del Campeón Olímpico Abdom Pamich. Que es de 1.964 y que está tomada en Tokyo.
Es por vago, más que por fantasma. Si me sincero, tendría que decirle también que aún no conozco Japón y que, en el 64, yo aún estaba muerto.




lunes, 14 de septiembre de 2015

Las 10 horas de Arinaga

A las 04:41 ya ando dando vueltas en la cama. Hoy será un gran día. Suena el reloj a 04:45 y, tan pronto lo hace, me levanto como un resorte. Este gesto de nerviosismo, impropio de una persona como yo, me impide recordar si lo he hecho con el pie derecho, el izquierdo, o con los dos a la vez, que supongo que habrá sido lo más probable.
Mientras camino a oscuras por el pasillo hasta la cocina, lugar donde he dejado todo preparado para este gran día, pienso en cómo lo afrontaré.
Me visto rápido. Ya tengo bastante rodaje. Es una rutina que he ensayado miles y miles de veces. Dos mochilas, una con los útiles de las 10 horas y otra con la ropa de marchar.
Con una botella de agua sin gas en la mano, me giro para volver a patear el pasillo. Esta vez en dirección a la calle.
Llego a la fábrica a las 04:55. Los de la panadería de al lado ya llevan allí desde las 04:00 y los mejores aparcamientos están cogidos. Tengo la sensación de que ya llego tarde. Una vez más, llego tarde. Esto no empieza bien, me repito en silencio.
Sobre las 04:58 el portátil está encendido. Arranco puntual las 10 horas a las 05:00. Yo mismo, en ausencia de la organización, me doy un disparo de salida silencioso. Los primeros treinta minutos los hago así, solo. A la media hora llegan otros participantes en el evento.
Las primeras impresiones ya las he lanzado a la multifunción a 05:15 y, cuando llegan estos rivales, las voy repartiendo. Sigo metiendo datos en el portátil e imprimiendo sin miramientos. No son horas para pensar en la conveniencia de imprimir, ni en la tala de árboles, ni en el calentamiento global. Hace un frío de cojones.
Sigo a lo mío e imprimiendo. Tan pronto imprimo una hoja de trazabilidad, como una factura o una ruta de reparto. Y así llego a la primera hora. A las 06:00 empiezo a sudar.  Tengo que regular mis esfuerzos, quedan 9 largas horas.
Salgo al pasillo, hablo con otros participantes y vuelvo a la oficina. De repente, el primer contratiempo del día. La organización de las 10 horas no es infalible. La multifunción se queda sin tóner y mis últimas copias no salen. Tomo nota para la edición de las 10 horas de mañana martes. Anoto que, en los avituallamientos, debe haber más de un tóner, para lanzar una pedrada a la organización cuando haga mi entrada en el blog sobre este 10 horas.
Cargamos el primer camión. En la parte de atrás lleva unos conos para la rampa de la mercancía. El chófer los coloca un instante en el suelo de la fábrica. Los observo en silencio y miro, también, a los demás participantes de las 10 horas. Nadie recorta por detrás de los conos. Gente seria.
Camino de la segunda hora de las 10, salgo a entrenar a eso de las 06:50. No me entretendré en esto. No tiene la más mínima relevancia. Qué podrá importarles a ustedes eso de ver un amanecer más, en soledad y silencio. Estoy de vuelta en 1 hora y 7 minutos. Empapado en sudor, me ducho a 08:02 y retomo lo de la multifunción sobre las 08:09. Me faltan, ahora mismo 7 de las 10 horas, pero estoy casi como nuevo. Las endorfinas hacen su aparición y me generan un efecto placentero que dura un par de minutos. Estoy dosificando bien.
En la cuarta hora, a eso de las 09:00, comienza a sonar el timbre de la puerta y el teléfono. Ambos artilugios tienen la rara costumbre de sonar al mismo tiempo. Ello genera lo que otros participantes llaman estrés. No quedan, en mi organismo, ni rastro de los efectos sedantes de la hora y siete minutos de marcha y pienso que me restan, aún, 5 horas.
Salgo al pasillo y me como un sándwich de pie, junto a las cajas de agua. Abro una con la mano izquierda, mientras mantengo el sándwich con la otra. Es de atún y millo. Me mancho el meñique y compruebo que nadie me observa. Así es, estoy solo. Me chupo el dedo y me ahorro unos diecisiete metros hasta el dispensador de servilletas más próximo de la fábrica. Hoy, la masa, está de rechupete.
A las 11:30 llega la primera visita comercial del día. Justo antes tomo más agua. Anoto, para la organización de las 10 horas de mañana, que ya casi no hay vasos de plástico en la máquina del agua. Es increíble que sigan pasando estas cosas luego de miles y miles de ediciones de esta clásica de Arinaga.
Invito al proveedor de península a café, con la esperanza de que me lo descuente en el próximo giro. Se lo toma sin dar señas de si tendrá tal deferencia o no y me quedo con la duda. Encima me ha pedido un sobrecillo de leche condensada. Menuda jeta.
A las 13:15 vuelvo a estar solo. Es la recta final. Miro a derecha e izquierda y, como ya me he anticipado en decirles que estoy solo, no veo a nadie cerca. Pienso en asegurar y dosificar.
Contabilizo y concilio el banco, hago pedidos y actualizo los controles de inventario.
Las 14:00. Es la novena y penúltima hora de esta edición de las 10 horas de hoy. Menos mal que estoy bastante bien entrenado. De no ser por mis trabajadas abdominales sería imposible que, a estas alturas de la prueba, siguiese escribiendo con todos los dedos.
Hasta las 14:40 me dedico a hacer los controles de cierre diario. A las y 42 comienzo a apagar el ordenador, que guardo acto seguido en su mochila. Es una mochila negra, pero bien podría ser roja. La otra, la de la ropa de marchar, es roja, pero bien podría ser azul.
Pongo la alarma a las 14:44 y salgo de la fábrica a las y 45. Vuelvo a caminar, con paso firme y decidido, hasta el coche. El sol pega a tope, justo en los últimos quince minutos del evento. Me sugestiono y me digo a mí mismo, que esto, lo de caminar bajo un sol justiciero los cien metros que separan la fábrica de mi aparcamiento habitual, también lo he entrenado a conciencia.
Son las 14:47 y ya estoy en el coche. Apago el móvil a las 14:48 y arranco a las 14:49, para llegar a casa, al límite de mis fuerzas, a las 14:53, exactamente 10 horas más tarde.
Me falta, tan solo, hacer una crónica de las 10 horas de Arinaga de hoy lunes día 14 de septiembre de 2015. Postureo laboral. Se van a enterar estos de la organización.






jueves, 27 de agosto de 2015

Nada es más fácil

Empiezo a tener claro que, lo que Hemingway ponía en boca del viejo marinero Santiago, respecto a las bondades estivales, poco tiene de verdad. Fácil, lo que se dice fácil, desde que existe la troika, ya no queda nada, ni tan siquiera en agosto.
El verano, ese periodo que va, oficiosamente, desde el veinte de junio al día después de las mareas del Pino y que coincide, al minuto, con las vacaciones de nuestros hijos, no es otra cosa que la mayor fuente de conflictos que hayamos conocido en nuestra cómoda, ociosa y placentera vida occidental.
Todos sabemos que, en estos dos meses y medio, se disparan las tasas de divorcios por metro cuadrado, hasta el extremo de que siempre hay gente dispuesta a hacer horas extras para pasar menos tiempo en casa. Excusas siempre hay. Que si Hacienda y el impuesto de sociedades, que si las cuentas anuales y el Registro Mercantil, o la preparación de la campaña de márketing para los productos nuevos del próximo otoño. Cualquiera de ellas vale para justificar maratonianas sesiones de oficina cuyo único objetivo, para el común de los mortales, es no ir al mercadona con su novio a comprar las dos cajas de leche hacendado para su suegra.
Este dato,  sobre la gente dispuesta a aguantar al jefe para no romper su matrimonio o su relación de pareja estable (que es algo muy parecido a lo de trabajar en A o en B), a mí me emociona. Pensar que aún quedan personas buenas en el mundo, dispuestas a sacrificios de tal calibre, es algo que debe reconfortarnos. Con gestos así la continuidad de nuestra especie, a pesar de lo que aventuren el cambio climático y la futura estancia de Donald Trumph en la Casablanca, está garantizada.
Siguiendo con el análisis de lo equivocada de la teoría de Hemingway, piensen en que es tal la influencia de la caló en las relaciones personales, que hasta entre McLaren y Honda aparecen los primeros síntomas de agotamiento post altar. Y eso que no llevan juntos más que desde noviembre pasado.
Bueno, ya se sabe, segundas partes nunca fueron buenas. Y no digamos nada si tocan en verano. 
Avisado quedas, querido Fernando.

viernes, 3 de julio de 2015

La nota póstuma de Christoulas

Dimitris Christoulas era, hasta el día 4 de abril de 2012, uno más de tantos pensionistas griegos. Su salud, física y mental, se deterioró hasta el extremo de optar por quitarse la vida.

Y lo hizo al día siguiente, el cinco de abril de 2012. Delante del Parlamento griego y dejando esta nota:

"Soy jubilado. No puedo vivir en estas condiciones. Me niego a buscar comida en la basura. Por eso he decidido poner fin a mi vida".

El rescate a la banca privada española costó 110.000 millones de euros. Ningún alto ejecutivo del sector llegó a quitarse la vida.

domingo, 21 de junio de 2015

A la izquierda del Chino.

Aún lo recuerdo como si acabase de suceder.
Aquella primavera del 2015 recordaba, por revolucionaria, al mayo del 68. El pueblo asaltó, con su populismo chabacano por bandera, una buena parte de las instituciones a lo largo y ancho del país, en una especie de reconquista silenciosa. El Barça ganó un triplete, perdiendo parte de su adn de toque al son de la batuta de Xavi, para adentrarse en una nueva era caracterizada por el uso de la contra mourinhista.
El verano fue plácido, laborioso pero plácido, dando la razón a Hemingway.
En mi tierra, el paro bajó hasta los niveles del norte de Europa. Nuestro PIB subió y nuestra renta también. Los recortes en sanidad, educación y servicios sociales quedaron en el olvido. La cultura dejó de penalizarse y las becas para estudiar fluyeron. Los jóvenes que habían emigrado al continente retornaron a la isla. Emergió la industria y la construcción. La investigación llegó a niveles desconocidos y hasta nuestra universidad alcanzó prestigio internacional.
Fue el punto y final de los contratos basura y de la dictadura de los tour operadores internacionales en el sur de la isla. Empezamos a beber más, a comer más y a consumir más. Todo más.
Y todo por un gol de la Unión Deportiva, de Araujo, para más señas. Bendita izquierda. La del Chino, digo. Lo había vaticinado un político en el palco del estadio. Era bueno para la economía que el pueblo estuviese contento.
Nunca me quedó claro si se refería al fútbol o a las urnas.

viernes, 12 de junio de 2015

Clonación

Joder, no me digan a mí que, en pleno siglo XXI y cuando tenemos de todo por partida doble, con dos reyes, dos reinas, dos papas o dos mejores jugadores españoles de la historia -Xavi para unos y Casillas para otros- no haya nadie en La Zarzuela que haya pensado en tener también dos parejas de Duques para Palma, que para algo se inventó la clonación.

Se que están pensando que es Iniesta, ni Xavi ni Casillas. Aquí ya nos conocemos todos.

domingo, 31 de mayo de 2015

El mejor pase de la historia

Héctor Enrique, defensa central de la selección albiceleste que ganó el Mundial de México en 1.986, ostentó hasta anoche el honor de haber dado el mejor pase de gol de la historia del fútbol mundial. Hace ahora 29 años, aquel caluroso día en que Argentina vengó la guerra de las Malvinas a base de goles frente a Inglaterra, El Negro pasó la pelota a Diego Armando Maradona dejándole ante un bosque de defensas ingleses, para que éste montara aquella excelsa jugada que terminó con el balón en la red de la puerta inglesa. Maradona era un genio, pero a nadie se le esconde que aquel pase de Enrique, previo a la obra de arte del Pelusa, fue medio gol.
Alves tomó anoche la alternativa al Negro, como mejor pasador de la historia del fútbol mundial. Y lo hizo con la discreción que caracteriza estos geniales pases. Con un inocente toque, al que nadie dio importancia en aquel preciso instante, por su previsibilidad e intrascendencia, el lateral brasileño dejó la pelota a Lionel Messi en media cancha, pegado a la raya lateral y ante toda la defensa de Lezama. Lo demás, insisto que gracias al pase, vino rodado y Messi marcó anoche el mejor gol que ha dado, hasta hoy, la historia del fútbol mundial.
De haber conocido a Lionel, a buen seguro que Gustav Mahler habría compuesto una sinfonía evocándole. Y Hemingway le habría buscado un hueco junto al viejo Santiago, para luchar con aquel gran pez durante toda la noche. Juntos habrían llegado a tierra con la pesca y la barca intactos.







martes, 12 de mayo de 2015

Los de márketing de la quinta planta

Menuda que han montado los de marketing en mi empresa. Acaban de llegar y ya van de advenedizos, con ese engañabobos de los másteres y el dominio de dos idiomas. 
Antes de que ellos se metiesen donde nadie los llamaba, los partidos internacionales siempre se habían jugado los miércoles y el primer torneo continental europeo se llamaba Copa de Europa.
Y ellos, nada más firmar sus contratos y tomar asientos en la quinta planta, cambiaron el día y hasta el nombre de la competición.
Y aquí que anda uno, empatando tiempo en otras cosas menores como el trabajo, el aprendizaje, la custodia de sus hijos y unos cuantos cientos de abdominales, dorsales y lumbares, a la espera de que empiece el partido contra el Bayern de Múnich. Nada de esto me estaría pasando si todo fuese como antes. Vamos, si a nadie se le hubiese ocurrido la genialidad de darle coba a ese grupito de trajeados.
Me han dejado tan descolocado que tengo que esforzarme por recordar que esto se jugaba los miércoles y que lo anunciaban como Copa de Europa.
Cómo se nota que ellos, los de marketing, de fútbol no entienden nada. Bueno, sin ánimo de criticarlos injustamente, entender lo que se dice entender, no entienden de nada, ni de política, ni de economía, ni de educación, ni de sanidad, ni de justicia tampoco, por supuesto.
Me han dicho que ahora tenemos elecciones sindicales, en un par de semanas. Con un poco de suerte puedo comerle el tarro, como se dice aquí en Las Afortunadas, a los demás para poner a los de marketing en su sitio.
Y no es que uno tenga nada en contra de estos trajeados, pero la crisis dura demasiado y, además, estoy hasta los cojones de olvidarme que ahora la Champions se juega los martes.

viernes, 8 de mayo de 2015

La pantera rosa

Pues eso, que mañana la marchadora alevín vuelve al ruedo, vestida de rosa.
Hemos preparado con ahínco esta prueba. Para nosotros es el gran objetivo del sábado y, desde anoche, tenemos una media cuartilla de papel reciclado pegada a la nevera, como mandan los cánones hoy en día. Yo, en la nevera, también pongo recordatorios de las fechas de los médicos, del iteuve, del pago de la contribución, del impuesto de circulación y de la final del Campeonato de Gran Canaria de atletismo en pista de menores. Y usted hace un cuarto de lo mismo, con la única diferencia de no vivir en Las Afortunadas ni tener nueve años.
Después de tres décadas entrenando y viendo entrenar, he llegado a la conclusión de que la mejor manera de preparar a una marchadora alevín para estas grandes citas es con vallas y fútbol, que para algo dios puso césped en el centro de la pista de atletismo. Quememos etapas. Hay que llegar frescos a W55.

martes, 28 de abril de 2015

inoportuna sonrisa

Si les digo yo, que ya marcaba el reloj del coche las ocho y pico de la noche y uno, lo que se dice feliz, feliz, como que aún no lo había sido hoy. Bueno, para ser sinceros, tampoco ayer.
Y uno tiene trabajo y todo, que ya sabe que ahora dicen que, quien tiene uno hoy en día, tiene un tesoro. Pero yo, que a ingrato no hay quien me gane, pienso más bien que eso de trabajar tampoco es para dar gracias a los dioses del olimpo y que más que bendecir tener un curro, maldigo no ser hijo de millonario.
Como les iba diciendo y retomando el tema de mi infelicidad, pues hoy hasta entrené y todo, pero es que ni por esas. Marchando te quedas a gusto. En mi caso, hacerlo es como beber, necesidad vital. Pero no he visto a nadie reír a carcajadas luego de beberse un buche de agua de Firgas. Es más, ni tan siquiera con agua de Teror.
A las ocho y pico de la noche me meto en el coche, de vuelta a casa de la pista de atletismo y va Messi y mete un golazo acojonante. Lo escucho en la 100.3 a un tío de esos que vive el fútbol con más pasión que su vida amorosa.
Visualizo a Messi en el vértice del área grande, regateando a todo dios que se le pone en medio y lanzando una parábola imparable a la escuadra del palo largo.
Y me veo sonriendo, por primera vez en el día, en plena rotonda y con un lío de cojones. Coches por todos lados. No te jode, para la primera sonrisa del día y tiene que ser en la jodida rotonda del Cruce de Sardina.
Luego veo el gol de Messi en la tele. No era para tanto. Es lo que tiene el fútbol por la radio. Eres tú quien dibuja los regates de Leo, los pases de quarterback de Xavi y los desmarques de Pedro.

domingo, 19 de abril de 2015

El último viaje

Hasta la fecha yo nunca había entendido cómo las empresas fúnebres se gastaban una pasta en tener unos coches de cierto lujo.
Económicamente es un sinsentido, teniendo en cuenta que el cliente poco va a protestar. Ya saben, por un lado, todos tenemos claro que el cliente siempre tiene la razón pero, por otro, prima la eficiencia económica y, si el que paga no se queja, para qué perder márgenes con adornos y florituras.
Yo soy de los que pensaba en clave tiburón capitalista para esto de los negocios fúnebres, hasta que hoy, marchando, me crucé con una vieja furgoneta funeraria. Era fea de cojones. No tardé más de cien metros en pensar que a mí no me meten en una furgona así ni de coña. Yo, cuando me toque, quiero ir, como mínimo, en un Mercedes.
Un McLaren también puede valer, pero mejor que se esperen a ver si va evolucionando. Como para que nos deje tirados y ustedes esperando por mí, al mediodía y con un solajero de cojones. Mañana mismo llamo a mi aseguradora, tengo que cambiar el vehículo de la póliza de decesos. Uno, si se precia de ser serio, tiene que tener atado hasta el último viaje.

jueves, 16 de abril de 2015

El imán de Ljubljana

Arranca con buen pie la temporada de tierra batida. Nadal gana en primera ronda en Montecarlo y, en Copa de Europa, el Barça hace lo propio contra el París Saint Germain, en el Parque de los Príncipes, a base de caños del charrúa Suárez. Así las cosas, uno tiene la sensación de que el tiempo se ha parado y de que tiene diez años menos. Pero usted y yo sabemos que esa sensación es pasajera. A mí, lo de que el reloj no espera por nadie, me lo dijo mi abuela, a la que nunca llegué a conocer. 
Al final todo vuelve a la normalidad, aunque sea con cierto trauma. Menudo shock me llevé cuando fui a la nevera, levanté la vista y vi el recibo de la luz colgando del imán de Ljubljana. Nosotros, en casa, usamos el imán igual que usted, aunque me han dicho que unos universitarios van contando por ahí que es cancerígeno.
Joder, volviendo a lo del recibo de la luz, que es lo que de verdad me está matando, para mí que antes pagábamos esto por todo el año. 
Nada, que al final estamos en 2015, que Las Palmas sigue en segunda y que un paisano mío manda en Industria. En Industria y en Energía también. Puto reloj. No para.

domingo, 12 de abril de 2015

Agárrate los machos.

Se llama Hillary Rhodam, aunque ustedes la conocen como la Clinton. A estas horas de la noche ya todos se habrán enterado que será la candidata demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos, luego de que el despacho oval ese, lo hayan utilizado cuarenta y cuatro varones hasta la fecha. Bueno, para ser más exactos, 44 varones y una joven becaria, que nosotros sepamos.
Imagínense la que se podría montar si a la futura Presidenta le diese, nada más entrar por la puerta, por cambiar de un decretazo la denominación de las asociaciones de padres de alumnos de los colegios e institutos americanos, como aquí, cuando pasamos del tradicional APA, en género neutro, al actual AMPA.
Menos mal que ella debe tener muy claro que lo de la igualdad y la paridad no se logra a base de emes, sino de educación y paciencia. Nos íbamos a agarrar los machos, si nos empezasen a cambiar los nombres de la mitad de las pruebas de atletismo. Que si la disca, la martilla, la pesa o las relevas con las testigas.
Bueno, y no les digo nada si cambian el principal y mañana se ven ustedes haciendo atletisma.
Pero yo, de momento no me voy a preocupar mucho. A Cristina Fernández no se le ocurrió cambiar el sol de mayo de la bandera de la albiceleste por una luna.

lunes, 6 de abril de 2015

Cristiano y El Moro

Usted ya habrá visto, en las últimas cuarenta y ocho horas, unas cien veces los cinco goles que Cristiano marcó en el partido de Liga de este pasado fin de semana.
Algún periodista forofo del Madrid aprovechó que tenía esta mañana el micrófono cerca para recordarnos, a la gente como yo, con cierta premeditación y alevosía, que eso ya lo había hecho El Moro hace trece años. Morientes no tuvo otro equipo, al que enchufarle cinco dianas, que no fuese la Unión Deportiva.
El Moro estaba en el mejor equipo de España entonces. Cristiano lo tiene más fácil hoy en día, formando parte del tridente de ataque de la Selección Resto del Mundo. Les digo esto por si a ustedes se les ocurre compararlos.
Lo bueno de esto es que, al final, Las Palmas no estará en Primera el próximo año. De la que nos hemos librado.


miércoles, 25 de marzo de 2015

Mou, Cruyff y la marcha.

Ayer martes dijo Cruyff, cuestionado por un periodista acerca del último Barça-Madrid, que "el fútbol es tan fantástico que, si juegas un partido malo puedes ganarlo".
Y hoy miércoles digo yo, sin que nadie me cuestione, ni sobre el clásico ni sobre tema alguno, que "la marcha es la única prueba deportiva que existe en la que, cuanto mejor la haces, con más plasticidad, entusiasmo y respeto por su técnica y por su historia, peor resultado logras".
Mourinho podría llegar a ser un buen entrenador de marchadores. Pero, y he aquí la sorpresa, Mou no sería nunca el mejor entrenador de marchadores del mundo,  aunque aplicase su más extremista estilo de lo ilegítimo e inmoral, como ha ido haciendo allí donde el fútbol le ha otorgado poder jerárquico para ello. A la marcha el portugués llegaría tarde. Nosotros ya tenemos un nutrido grupo de directivos, jueces, entrenadores y atletas de élite, espejos todos ellos para los jóvenes marchadores, que superan, en ese arte de los límites de la vergüenza, a Mr. Mou.




sábado, 21 de marzo de 2015

Corredores de tapado y records del mundo.

Veo las fotos que mis paisanos maratonianos han subido a sus blogs y perfiles de Facebook, estos días, participando en pruebas de 10, 21 y 42 kilómetros.
Observo que, sin excepción, van más cercanos al suelo que la inmensa mayoría de los tíos que están a mi lado, cuando el juez da el disparo salida de alguna prueba de marcha atlética. "No corran demasiado", nos suele decir algún juez grandilocuente.
Lo pienso detenidamente y, mientras me embarga un nuevo episodio, el enésimo en lo que va de mes, de impotencia, indignación, ira y frustración -que parecen, aquí encadenados, meros sinónimos y reiteraciones, pero que, realmente, son sentimientos distintos y acumulativos- me viene a la mente otra percepción. 
Ésta si que es nueva. De repente, siento cierta admiración por quienes se abstraen de tan flagrante ofensa, y son capaces de compartir mesa y mantel con los exterminadores de la marcha atlética. Y no solo eso, sino que hasta se sacan selfis con ellos, luego de haberles servido de sumisos sparrings.
La marcha es excepcional. Si mañana algún mediofondista pisa, en las ligas, el césped en las curvas y hace 1.450 metros, en vez de un milqui entero, se monta la de dios. Igual pasaría si pillan a alguien lanzando con un martillo de 3 kilos y medio, mientras los otros lanzan con los reglamentarios 7,260 kg.
No digamos nada de una calle del 110 donde la altura de las vallas sea de 0,90 en vez del 1,07 de rigor.
La marcha, por algún tipo de razón, supongo que amparada en convenios internacionales y alguna recomendación de la ONU, cuenta con la permisividad e inmunidad necesarias para ser la prueba en la que el ser humano continúe marcando tiempos más allá de sus límites.
La próxima semana caerá otro record del mundo. Menos mal que todos sabemos que esto no durará para siempre.
A ver como le explicamos al personal que los marchadores tengan tiempos negativos, por debajo de cero. Ni Montoro y De Guindos juntos lo lograrían, así nos dijesen que la marcha ha entrado en un decrecimiento de signo inverso que supone, por aquello del menos por menos más, un crecimiento exponencial del nivel atlético en las exportaciones de resultados deportivos con afección directa a nuestra Balanza de Pagos, que llevará, obviamente, a una subida del IPC en siete puntos porcentuales, sin tener que blanquear y contabilizar actividades sin epígrafe y de dudosa legitimidad para la propia derecha.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El blues de las profesiones frustradas

Acabo de beberme la segunda cerveza del día. Es un buen momento para, a modo de resumen vital, anotar por aquí algunas de mis profesiones frustradas. Espero que Joaquín Sabina jamás llegue a leer este blog:
- Medio centro de la Unión Deportiva Las Palmas, en Primera División y haciendo ondear pañuelos en San Mamés, como Germán el Maestro.
- Profesor de filosofía a punto de jubilarse. De esos cuya propia imagen y vestimenta descuidada te hace reflexionar.
- Periodista de radio, de esos que se dejan el alma cantando el gol del ascenso a Primera, como nuestro Segundo Almeida.
- Ayudante de Alfred Hitchcock.
- Columnista deportivo, de los que escriben con la pasión de los que gritan los goles por la radio, pero manteniendo intactas sus cuerdas vocales.
- Zapatero, de los que remiendan zapatos.
- Actor protagonista en Desayuno con Diamantes, en sustitución de George Peppard.
- Librero, viejo y culto, de esos que te recomiendan los libros habiéndolos leído ellos antes.
- Cary Grant.


Lo de la marcha no lo anoto. Otro día les explico. Voy a la nevera otra vez.

lunes, 23 de febrero de 2015

Duda existencial.

Lavillenie, que ya saben ustedes, como yo, que es ese tío francés al que dios dotó de cierto garbo para saltar con una pértiga, se lo ha tomado en serio, y hasta le ha dado por enfrentarse al listón colocado a seis metros y dieciocho centímetros del suelo.
6,18. Ese tío no puede ver a los jueces desde ahí arriba. Eso denlo por descontado.
Lo curioso es que Canal Plus, allí en su Francia, cortó la retransmisión de un partido de fútbol para conectar en directo con el salto.
Que tampoco es para eso oiga. Mis hijos nunca han dejado de ver los dibujos para conectar con la maratón de Gran Canaria, cuando a mí me ha dado por marcharla. Acaso no tendré yo garbo para esto de la marcha?.
Joder. Me acaba de entrar una duda de cojones.

lunes, 16 de febrero de 2015

Los confinados (1977)

De cuando Unamuno estuvo desterrado en Fuerteventura


"...El rasgo más indignante, la consideración, por parte de los poderes confinantes, de Canarias como lugar para la lejanía y el apartamiento con lo que no se confinaba a las personas, sino a las Canarias. Los resultados están ahora a la vista; son efectos políticos de la ceguera anticanaria de dos dictaduras..."


Ricardo de La Cierva.
Prólogo del libro "Los Confinados" de Juan Antonio Pérez Mateos.
Plaza & Janes. 1977

miércoles, 11 de febrero de 2015

Conclusiones

Acabo de finalizar un concienzudo estudio de todos aquellos entrenamientos que tengo anotados en diarios, agendas, libretas de anillas, folios sueltos, diskettes de 3 y 1/2, CDs y hasta pendrives.
Llevo meses generando hojas de cálculo y formulaciones.
Un arduo trabajo, más propio de cualquier departamento de la NASA, que de un aficionado a la marcha atlética como yo.
Hoy, por fin, puedo hacer públicas mis valoraciones. Espero que, todo mi esfuerzo, pueda servir de algo a todas estas nuevas generaciones de runners y joggers que llenan de colorido nuestros parques y aceras.
La conclusión a la que he llegado es:
" Si entrenas la mitad, las zapatillas te duran el doble".

miércoles, 28 de enero de 2015

Tal día como hoy

Me contaban mis padres, cuando la Unión Deportiva estaba en Primera y se permitía el lujo de tumbar al Barça y al Madrid con cierta regularidad, que yo nací tal día como hoy.
Todo un 28 de enero, Santo Tomás, patrón del estudiante, según reza en el almanaque que tengo en la puerta de la nevera.
Lo de la fecha de nacimiento es una de esas cosas que usted y yo no sabemos a ciencia cierta, pero tenemos que dar por válida sin rechistar.
Reconózcame que, sobre su nacimiento y edad, usted no hace otra cosa que guiarse por lo que le han dicho sus padres y su familia toda la vida.
Yo nunca hice trampa marchando. Caminaba rápido, con escrupuloso respeto al rival. Era tan intransigente conmigo mismo que una vez llegué a penalizarme en silencio. Pensé que había dado un mal paso, en el aire, en un 10 km en pista e intenté legitimar mi marca trazando la curva del doscientos en pista lejos de la raya, para hacer más metros.
Pero, siempre tendré la duda de si nací en el 71 o el 72. Si el 28 de enero, el 1 de febrero o el 31 de agosto. Demasiado pelo en el pecho para un tío de 19 años. Vamos, que podría haber sido un forro involuntario.
¿Se imaginan que mañana mismo me llegue un burofax de la federación insular arrebatándome mis 46´47"2 y mis 46´06" por dudas sobre mi edad en aquel lejano año 91 del siglo pasado?
Y todo esto se lo cuento, a título confidencial, para que me entienda usted porque siempre guardo silencio cuando se denuncia por ahí que los atletas africanos sub-19 tienen unos 26 años. Bonito podría estar yo para criticar, oiga.