viernes, 23 de agosto de 2013

Shhhhhh...!!!!!!!!!!!!!

Soy del Barça desde que tengo uso de razón. Pero, lo cortés no quita lo valiente. Desde que era un niño, si era el Madrid el que jugaba en Copa de Europa la tarde del miércoles, pues a animar a los blancos.
 
Pensando como marchador, uno valora el esfuerzo y la capacidad de trabajo hasta en aquellas actividades y deportes en los que no es tan habitual.
 
Cuentan que Petrovic se quedaba lanzando triples él solo después de los partidos, desde los tiempos de la Cibona de Zagreb.
 
También cuentan que el tenista Thomas Müster, se ponía a hacer abdominales cuando perdía un partido.
 
Y, de Raúl González, el delantero del Madrid que ganó 3 Copas de Europa, cuentan que en los entrenamientos, cuando pasaba a buen ritmo de carrera junto a sus compañeros que iban a puro trote cochinero, al doblarlos les decía "si por mi fuera ahora mismo os iríais todos a casa".
 
17 años de blanco merecen un respeto, hasta de un aficionado azulgrana.
 
Xavi, el medio centro sobre el que ha girado la historia moderna del futbol español, lleva 15 temporadas en el primer equipo. Saboreo cada partido suyo como si se fuese a retirar mañana.
 
Este tipo de jugadores llevan el futbol hasta su esencia: abajo, a ras de hierba, son once contra once, táctica, técnica y condición física. Lo demás no cuenta desde que el árbitro pita y pulsa el crono.
 
Las apuestas, la venta de camisetas, los noventa millones de euros en que se valora el traspaso del momento, los derechos televisivos y toda esa telaraña macroeconómica queda en segundo plano. El balón rueda.
 

 
 
En el partido de liga Barça-Madrid de 1999. Raúl mandó callar el Camp Nou al marcar el 2-2 definitivo.