Este próximo sábado 21 de abril participaré, representando al CAI-Gran Canaria, en una nueva edición de la Liga Canaria de clubes, en la prueba de 5.000 mts marcha en pista, en el Estadio de Tincer, en Santa Cruz de Tenerife.
Ante una nueva participación en una liga de clubes, haciendo un paréntesis en las pruebas del Grand Slam 2012 (maratón de Gran Canaria, 10 kms de Telde y las medias maratones de Gando y del Puerto), me vienen a la mente mis más lejanas actuaciones en las pruebas por equipos y sus viajes, los del año 1990.
1990 era mi primer año en el CAI. Desde que empecé en 1983 hasta ese momento había estado en el CAUEI y en la sección de atletismo de la U.D. Las Palmas. Ambos clubes fueron desapareciendo, al tiempo que el CAI, hoy decano del atletismo canario con sus 50 años de historia, incrementaba su potencial deportivo.
En aquel año 90 coincidimos una hornada de jóvenes, el "Séptimo de Caballería" (séptimos en la final del Campeonato de España de clubes sub-19 en 1991), que conformábamos equipo en la categoría junior y también la columna vertebral de la alineación absoluta.
Fue algo muy rápido. El club se vió, de un año a otro, con una plantilla que lo clasificó para las fases nacionales en categorías sub-19 y la absoluta.
Y el primero de esos viajes lo hicimos a Tenerife, al Estadio de la Manzanilla, en La Laguna, allá por el mes de abril de 1990. Era el Campeonato de Canarias de clubes sub-19. Mi primer viaje a una Liga: en Binter y con una chocolatina Tirma.
Un mes más tarde viajamos a Sevilla, a las fases nacionales de clubes absolutos. Nuestra clasificación fue tan imprevista, que la mejor combinación que logramos fue llegar a Madrid el sábado tarde e ir hasta la puerta de la instalación, el estadio de La Cartuja, en guagua durante toda la noche. Llegamos a la pista a las 08:10 de la mañana y los 10.000 metros marcha habrían la jornada a las 08:30.
Una semana más tarde de aquel viaje absoluto, los juniors volvimos a Madrid para competir en el INEF en la semifinal de clubes sub-19.
Estas dos fotos tienen 22 años de diferencia. Una es de abril de 1990 y la otra de este domingo pasado. La misma persona, la misma camisa y la misma ilusión. Cualquier otro parecido superfluo es mera coincidencia.
Pepe mucha suerte, demuestra los gran atleta que eres.
ResponderEliminarEl pelo ochentero de la primera foto tiene su aquel, pero yo te veo más fuerte y en forma ahora que cuando tenías 22 años. Ahora si que pareces un "killer".
Mucha suerte.
Mucha suerte!!!...Vaya batallitas que cuentas...de Madrid a Sevilla en guagua y bajarse competir sobre la marcha!!..Vaya historia
ResponderEliminarUn abrazo
Que todo vaya bien el sábado, supongo que te llevarán un poco más holgado de tiempo que en ese campeonato en Sevilla :)
ResponderEliminarQueda demostrado que 20 años no es nada.
Pepe, tú tienes el elixir de la eterna juventud y no lo quieres compartir. Es increible que lleves tanto tiempo en esto, sobre todo porque ahora correr esta de moda, pero hace 22 años sí que tenía mérito (todo el mundo te vería como un auténtico "chalado", no?). Un gustazo que me adelantaras en los 10 Km. de Telde, "ojipláticos" nos dejastes a todos con tu ritmo. Besacos¡
ResponderEliminarEn la 1ª foto tenía 18 años. Fue justo antes de dar un salto de calidad y pasar de marca de 51´42" a 46´06" al año siguiente.
ResponderEliminarCasualmente el otro día, en Telde, hice lo mismo que en 1990: 51´47" (+ 5 segundos)
Gonzalo, tienes que explicarme que es un "killer". Todos vosotros sabréis. Yo no, disculpad.
Pancho, ese viaje en guagua no se nos olvidará en la vida a los que lo hicimos. Pero no por el cansancio, sino por la ilusión.
Efectivamente Manuel, 20 años no son nada. Queda la marca en el chasis y en el cuentakilómetros, pero no en el alma.
Me llevo a los niños de excursión a Tenerife! Abrazo a los tres.
Luisa, hay gente de la que aprendí que era esto del atletismo con mayúsculas que ya tenían 40 años cuando yo era un sub-19.
ResponderEliminarEl domingo estaban en Telde a punto de cumplir 70 años. Algunos de ellos llevan en esto más de 50. Juan Moreno es un ejemplo.
Otro es Eulogio García, al que recuerdo ver ganar el cross de Las Remudas en 1984 (era una carrera en asfalto del parangón de la que acabamos de vivir este pasado domingo). También debe llevar 40 años en esto.
A finales de los 80 y principios de los 90, tal como dice Luisa, a los atletas en Gran Canaria se nos veía como chalados. A los marchadores ni te digo. Entrenábamos mucho en la Avenida Marítima, la que hoy usáis vosotros 4. No había día que no nos insultasen desde algún coche. El colmo fue cuando nos apedrearon en Jinamar. Eramos 4 y a ninguno nos impactó ninguna piedra, pero de auténtica suerte. Menudos pedruscos. Aquel día volvimos a nacer.
Y cuando hacía las medias...
La única que tuvimos, durante muchos años, se salía del barrio marinero de San Cristobal, en dirección puerto, por el carril derecho de la autopista, con conos y sin cortar el tráfico. Por entonces solo participábamos los federados y, evidentemente yo siempre llegaba último o penúltimo. La vuelta para acá, por el "scalectrix" del Teatro Pérez Galdós, entre otros puntos negros, siempre sin tráfico cortado y siendo el atleta escoba era muy dificil e inseguro.
Eran cosas que uno hacía sin pensar, fruto de la edad y la motivación, que dificilmente haríamos hoy.
y pagar por correr?. Vamos nos hubiésemos sentido ofendidos. Profundamente ofendidos.
Han cambiado muchas cosas. Prácticamente todas para mejor.