Llopart, subcampeón en los 50 kilómetros marcha de Moscú 1980, fue el primer medallista olímpico del atletismo español.

En la web de nuestra federación, la de Gran Canaria, http://www.atletismograncanario.com/ , hay un excelente artículo sobre el bronce olímpico en el "milqui" (1.500 metros lisos) del cántabro Abascal en la edición de Los Angeles 1984.

La redacción del texto está editada por alguien que sabe de atletismo. No hay por donde meterle el calzador sin subjetividad. Dice textualmente que José Manuel Abascal logró la primera medalla olímpica española en una prueba de atletismo en pista al aire libre.

Y es verdad, pero no es menos cierto que hay unas cuantas pruebas que conforman el calendario olímpico de atletismo al aire libre que se celebran en asfalto o en otras superficies.

En asfalto se celebran los 20 kilómetros marcha, la maratón y los 50 kms marcha, por orden ascendente de kilometraje.

Y en "otras superficies", dentro de la pista pero sin pisar el tartán, tenemos tres de los cuatro lanzamientos, el peso, el martillo y el disco que se disputan sobre un círculo de cemento.

Retomando la gesta del gran Abascal, al que siempre admiré respecto al otro ilustre mediofondista nacional de los 80, Don José Luis González, decir que lo conocí personalmente en 1988, en unas jornadas técnicas que se celebraban en el Instituto Tomás Morales de Las Palmas de Gran Canaria, donde cursé mi bachillerato. Era tanta mi ilusión que bajé el fin de semana al sur de la isla, a su hotel, para coincidir con él en su entrenamiento. Bueno, para hacer honor a la realidad, le ví al principio y al final del rodaje que hizo, pues fiel a mi prueba, cuando Abascal salió del hotel se puso a trotar y yo a marchar.

Aquel verano de 1984 yo estaba veraneando en la Playa de Pasito Blanco, al sur de la isla. Por entonces nos permitían montar unas estupendas residencias veraniegas con casetas de camping y sus extensiones, en forma de sábanas, a lo saharaui. Con una tele pequeña en blanco y negro logramos pillar la señal de TVE alargando la antena con un cable rígido. Puedo recitar, casi de memoria, las palabras del comentarista: "Coe, Cram, Abascal,...Coe, Cram, Abascal...Abascal....Chesire...Abascal, Chesire...Abascaall, bronce...bronce, Abascal bronceee!!!"

Volviendo ahora al gran Llopart, me contaba Antonio Cardenes que, a principios de los 80 estuvo en el Martín Freire, mi teatro de los sueños, marchando un 10 kms en pista con él, con Norberto Ruiz y los demás especialistas de la época.

Yo tuve que esperar hasta febrero de 1991 para conocer personalmente a Llopart. Fue en la Alameda de Valencia, con motivo del Campeonato de España de marcha en ruta. Llopart consiguió allí su último título de Campeón Nacional de 50 kms y yo debuté con 46:06 en los 10 kms sub-19.

A partir de ahí me ayudó bastante, entre ese 1991 y 1995, gestionando mi presencia en varias concentraciones que hicieron los internacionales que entrenaban con él en el Parque Nacional de Las Cañadas del Teide (Tenerife). Además me guiaba mandándome planes de entrenamiento por fax a la Federación de Atletismo de Gran Canaria, que luego yo adaptaba a mis horarios de trabajo. Aún los conservo.

Llopart es, para mí, el mejor marchador español de todos los tiempos. Con un depurado estilo, como atleta logró la primera medalla internacional para nuestro país, al lograr el título de Campeón de Europa en la edición de Praga en 1978. Dos años más tarde se convirtió, como acabamos de decir, en el primer medallista olímpico de nuestro atletismo. En 1992 llevó a su pupilo Daniel Plaza a convertirse en el primer Campeón Olímpico español al ganar los 20 kms marcha de la edición de los Juegos de Barcelona´92 y, en la actualidad, acaba de clasificar a dos atletas mejicanos para los Juegos de Londres.

En mis calentamientos de las medias aún hago ejercicios que aprendí de él y que a mi hija Emma le hacen mucha gracia.

Salud y suerte maestro!