Con un par de pelotas

Ya lo dice uno de nosotros, en verano está tomando más cerveza que isotónicas. Lo contrario sería antinatura en un amateur.

Es el momento oportuno para entrenar de manera distinta.

Yo me estoy yendo a una cancha deportiva que hay a la entrada de la Playa de Arinaga.

Voy con los dos futuros marchadores, dos pelotas de baloncesto, una de futbol y una comba.

Empezamos, calentamiento con algo de trote suave "lineal" (llamo así al correr tradicional, hacia delante y en linea recta). De inmediato empiezo a hacer rotaciones de brazos, de caderas, hombros, rodillas, tobillos, a correr hacia un lado, hacia el otro, hacia detrás, a dar saltitos en el propio terreno y, a los diez minutos, ya tengo una pelota de baloncesto en la mano.

Sigo, botando y botando, trotando y trotando, con cambios de dirección y de sentido, como una liebre perseguida por cinco perros.

Toca el turno de los tiros de media distancia, entradas a canasta y cambios de ritmo, a toda pastilla, de un aro al otro. Una entrada a canasta en la del norte...y, unos segundos más tarde, otra en la del sur.

Mientras los dos futuros marchadores también sudan lo suyo, miro el crono y ya llevo media hora.

Aún hay cuerda para un rato más. Ahora cambio de pelota. Cojo la de futbol y me dedico a zigzaguear con ella, a pasarla a uno de los futuros marchadores y a correr hacia delante y hacia detrás. Recupero semiparado, jugando a dar unos toquitos a la bola sin que caiga al suelo (1, 2, 3....25,... 41...mierda, se cayó....empezamos de nuevo...1, 2, 3,... 30,... 47..joder, se cayó otra vez!...)

Mientras hago todo esto intento descifrar que pensarán los jóvenes que hay en la cancha de futbol de al lado, jugando al rebumbio. Joder, mira el tío ese, está loco. No ha parado de correr en todo el rato. Tiene que tener por lo menos cuarenta años. Valiente bobería. Vete para tu casa puretón!

Por suerte, un marchador está curtido en eso de aguantar comentarios, insultos y, hasta piedras. De repente me doy cuenta  de que aquí nadie ha dicho ni pío. Jodida mente. Va más rápido que mi mano lanzando. En el fondo no son más que ráfagas de manías persecutorias, propias de uno de los últimos ejemplares de una especie en extinción en esta isla, el homus doble apoyus.

En este tipo de entreno no se puede decir aquello de "qué pienso mientras marcho". Aquí debo decir qué pienso mientras troto, boto y hago un lanzamiento en el aire.

A todo esto decirles que ya he cambiado de pelota. A la de futbol no le hago ascos, para nada!... pero la de basket entretiene mucho y permite trabajar más (piernas, brazos, saltos...)

La última parte del fartletk de hoy: cinco minutos de intensidad, corro fuerte, boto, entrada a canasta. Ahora al otro tablero. Zancada, frecuencia, un bote con fantasía, por detrás de la espalda, a lo "ÑBA" (mi mujer, que está caminando, acaba de pasar y tengo que lucirme a lo Rudy Fernández).

Dedo al crono...pittttttttttttt...1h.01´13"....una horita. No está mal. Acabo de inventar un circuito tan duro como ameno. Lo repetiré como mínimo cada dos días.

Ya en el coche me acuerdo que aún me quedaba pólvora en el maletero: mancuernas y la comba, que hoy no la usé.

Mientras le doy un buche a la isotónica del Mercadona, en plena carretera y con una sola mano en el volante, con más peligro que Hamilton a la altura de Massa, pienso que si encadeno todo el verano así, alternando un rodaje de marcha con este supercircuito marca Acme, me pondría de "fuerte" como aquel verano del 90 en la Playa de Tufia cuando, a base de surfear horas y horas, remando y remando contracorriente para coger la posición después de sebar cada ola que podía, pasé de caminar los 10 kms en 51 minutos y medio a hacerlo en poco más de 46.

Os atrevéis a probar? 

Y si resulta que bajáis vuestra marca en la media maratón cinco minutos?

Venga, animáos, solo necesitáis tener un buen par de pelotas!