sábado, 18 de mayo de 2013

¿Qué me pasa Doctor?

-          Oiga Doctor, que ya no tengo ganas de ponerme dorsales.

-          ¿Y eso?

-          Pues no sé, para eso he venido, para ver si usted me ayuda!

-          ¿Desde cuándo le pasa?

-          Pues, a decir verdad, desde hace dos ó tres años.

-          ¿Y por qué no ha venido antes?

-          Pues no sé. Imagino que, como uno se pasa el día corriendo, pues hoy que mañana y mañana que pasado.

-          Querrá decir usted que se pasa el día caminando.

-          Sí. Eso, caminando.

-          Bueno veamos. Vayamos por partes.

-          ¿No quiere ganar más copas?

-          Pues no. Tiré todas las que tenía hace años.

-          ¿Y medallas?. ¿Tampoco quiere ganar más medallas?

-          Pues tampoco es que me llamen mucho la atención. Total, llego a casa y las guardo en una caja de puros.

-          Bueno, imagino que si le gustará competir contra los demás ¿no?

-          Pues la verdad, es que tengo la sensación de estar compitiendo entre diez y doce horas diarias, en el trabajo, en la calle para encontrar aparcamiento y en la cola del supermercado también.

-          Pues esto está jodido.

-          Ve Doctor, ya se lo decía yo.

-          La verdad, no se qué recetarle.

-          No se preocupe. Esto se me quita marchando, nadando, corriendo y haciendo abdominales.

-          ¿Y entonces para qué ha venido?

-          Oiga, que es usted el que me dice que debo pasarme por aquí aunque sea una vez al año y llevo ya unos cinco ó seis sin visitarle. No te jode!

-          Por favor, cuando salga deje la puerta abierta….El siguiente…! (joder, que tenga uno que aguantar a estos pirados)