domingo, 17 de junio de 2012

De cuando fuí la mejor marca nacional sub-23 de los 20.000 metros marcha en pista

Esta foto de aquí al lado es del Campeonato de Gran Canaria de marcha en ruta del año 1993. Se celebró en Doctoral (Santa Lucía) y yo tenía 21 años.

Ese año fiché, como la mayoría del grupo de atletas federados locales, en el club ESPARTA de Don Benemérito Rodríguez de Llano.

Benemérito era un tío afable, de ojos claros. Tendría, por entonces, unos setenta años y estar de tertulia con él, en los locales de la federación en la calle León y Castillo, frente al Banco de España, era un placer.

Y eso que Benemérito era, por entonces, mi jefe. Trabajaba de Administrador de Fincas en la Comunidad de Vecinos en la que él mismo residía y yo era uno de los tres porteros de la finca. 

Aquel año 1993, me lo pasé trabajando en un puesto sin gran responsabilidad y entrenando todo lo que podía, a veces en doble sesión. Con aquel panorama, continué mejorando mis marcas personales.

Muchas veces oía a Benemérito, contando a los vecinos, la historia de una fase de la Liga Nacional que celebramos en Tenerife, en abril de aquel año, contra el CEAT-1984 y con el, por entonces, internacional sub-19 lagunero Jorge Déniz como rival. Fue un día que llovió a mares y que hubo un auténtico vendabal sobre la pista de La Manzanilla de La Laguna. Salí a toda leche en los 10.000 metros marcha y acabé en 47:48 que, con aquellas dificultades, estaba muy bien.

Al llegar a meta, como tenía en mente la mínima nacional sub-23 de 47:45, solo tres segundos menos, lanzé semejante expresión de impotencia, en forma de taco malsonante de los que hoy en día recrimino a mis hijos (un "mierdaaaa...!!!" en toda regla), que se oyó desde La Laguna a Santa Cruz.

Pero la historia no acabó ahí. Resulta que no teníamos fondistas en el ESPARTA. Todos éramos velocistas, saltadores, lanzadores y dos marchadores. Pues me fuí quitando el dorsal  por el cesped, recién acabada la prueba de los 10.000 metros marcha, para cambiarmelo por otro y salir, sin más espera, en los 5.000 metros lisos de carrera, que completé en veinte minutos y en última posición. Vamos, que me hice 15 kilómetros en pista, diez por la calle 5 y otros cinco por la calle 1.

 
Dos meses más tarde, en Zaragoza y con el internacional Alberto Pallarés como testigo, llegué a mi tope personal en los 10.000 metros marcha en pista: 45:40.0. No estaba nada mal para un tío de 21 años.

Pero lo realmente "relevante", dicho con cierta ironía, de aquel año estaba aún por pasar.

Resulta que el Campeonato de Canarias de pista al aire libre se celebraba ese año en Tenerife y volvió a tocar marchar en la preciosa pista de La Manzanilla.

Por entonces el Presidente de la Federación era Miguel Carballo y, con buen criterio, puso como distancia oficial de la marcha atlética masculina los 20.000 metros en pista.

1h.36:04.9 fué mi marca, en un gran cronómetro eléctrico de esos que se ponen junto a la meta. Aquel registro aún perdura como mi mejor marca personal en la distancia en pista y, en ese año 1993, fue la mejor marca nacional sub-23 y la segunda mejor marca nacional absoluta.

Evidentemente estas dos últimas realidades eran circunstanciales: eran pocos los especialistas que marchaban los 20 kms en pista, pues casi todas las pruebas de la distancia que se celebraban en la península se disputaban en ruta.

Pero ahí estaba yo: mejor marca nacional sub-23 de los 20.000 metros marcha en pista. Y punto.

Aquella marcha en solitario en La Laguna, sirvió para que una firma deportiva me pagase una semana de concentración en Las Cañadas del Teide, con el grupo de Llopart, Plaza y Labrador, que preparaba el Mundial de atletismo de Stuttgart 1993.

Mes y medio más tarde, ya en el Campeonato del Mundo, Valentín Massana ganó el oro, Daniel Plaza (Campeón Olímpico en Barcelona el año anterior) el bronce y Jaime Barroso entró 4º, logrando un éxito sin precedentes en los 20 kms marcha masculinos.

Unos días más tarde, en los 50 kms marcha masculinos, García Bragado logró el titulo mundial y el tinerfeño Basilio Labrador entró en 5ª posición.

Para rematar la faena, en la prueba femenina de 10 kms marcha, Encarna Granados logró el bronce.

Al siguiente invierno, en febrero de 1994, en el Campeonato de España de 50 kms marcha en ruta que se celebró en Orense, en el podium había dos Campeones del Mundo (el de 20 y el de 50 kms) y un Campeón Olímpico (de 20 kms).

Por mi parte, no he vuelto a hacer un 20.000 metros marcha en pista desde entonces. En 2013 habrán pasado veinte años.


4 comentarios:

  1. Ayyyy amigo

    Ese año debió de ser de los 20 km en pista, yo competí en el campeonato de Vizcaya Absoluto en pista sobre 20 km, tenia 16 años y pare el crono en 1:52:03 y quede 2º. Imagínate mi alegría por ganar a los carcas jajajajaja

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  2. Aquellas pruebas de 20 km en pista en las que siempre había alguno (o algunos) que o daba alguna (o algunas) vuelta de mas o de menos eran la quintaesencia de la marcha. Snif.

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  3. Que historia Pepe,

    una pasada la gente con la que has estado entrenando, la verdad es que tienes batallas interesantísimas para dar y tomar.

    Tienes contenidos para llenar el blog los próximos 20 años.

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  4. Pepe, eres pura historia de la marcha en Gran Canaria. Es un placer leerte esas historias llenas de orgullo. Sigue así, amigo, eres todo un ejemplo de trabajo y sacrificio.

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