- Un colega cualquiera del CAI junior del 91: "Chacho Pepe, que saliste en el periódico tío!"
- Marcheta: "Que va. Ya los vi esta mañana en el bar y no salgo"
- El colega pesado: Que sí coño!
- Marcheta incrédulo: cual mi niño?
- El colega empezando a mosquearse: el de Tenerife cojones!
- Marcheta perplejo: ah!
Ya no recuerdo quien de mis compañeros juniors del CAI me dijo que buscase la prensa chicharrera, que había una foto mía.
Cuando encontré el artículo en cuestión, lo primero que pensé era que el titular y la redacción no encajaban con la foto.
Era la prensa chicharrera y, al igual que hacían el Canarias7 ó La Provincia con nosotros, ensalzaba todo lo que se movía y llevase ropa blanquiazul. Bien la del CEAT-1984, que era el máximo representativo regional en las Ligas de Primera División Nacional, bien la del Realejos-Puerto Cruz.
Ese fin de semana habíamos participado en La Laguna en el Campeonato de Canarias absoluto y junior. En mi caso concreto había marchado contra el internacional realejero Basilio Labrador, que había sido 4º en los 50 km marcha del Campeonato de Europa absoluto de Split el año anterior y estaba a semanas de participar en el Mundial de Tokyo´91.
En los 10.000 metros marcha en pista, Labrador había logrado una marca inferior a los 43 minutos y la mía había sido de las peores del año, por encima de los 49, aunque suficiente para ser el campeón sub-19 y el segundo en entrar en meta.
Alguien se equivocó. El titular "Superioridad", encumbrando el mejor nivel de los seniors chicharreros respecto a los grancanarios y la foto de un marchador de la competencia no pegaban.
Un impostor se había colado. Se supone que allí debía salir Labrador y no yo.
Foto guapa coño!
Uf, no sabes la cantidad de condicionantes que había en tiempos añejos para ilustrar una información. Para empezar, los carretes y el revelado encarecían el trabajo y lo ralentizaban, por lo que las fotos se limitaban. Luego estaba el fotógrafo, que solía ir a su bola o con el tiempo justo, por lo que hacía fotos al tuntún sin saber quién iba a ser el ganador, al que quizás ni había fotografiado. Si lo había hecho, puede que lo hiciera con tan mala fortuna que la foto fuera apaisada y la que tenía que salir en la página del periódico era vertical. También podía pasar que el responsable de la información y el de la maquetación de la página no fueran el mismo, y que el primero ya no estuviera en la redacción cuando el segundo -que no tenía ni idea de atletismo- realizaba su trabajo. En fin, que al final saliste tú.
ResponderEliminarJe, je...
ResponderEliminarSí, lo conoces todo al dedillo.
A qué no sabes que hice mis pinitos como colaborador de atletismo durante seis meses en un periódico local que se llamaba "La Gaceta de Las Palmas"?. Me pilló la época de uno de los primeros positivos por dopaje. Fué en esta isla y en 1996 si mal no recuerdo. Había un tinglado montado del Cristo, con el "butanito" inclusive dando caña desde Madrid.
Y recuerdo que en la redacción de deportes teníamos un mercadillo del carajo: el único al que veías por allí con cierta regularidad era al que se llevaba todos los bofetones, el Redactor Jefe. Los demás íbamos y veníamos, fotógrafo incluído, con cierta descoordinación.
Estuvo muy bien. Me gustaba un güevo. Era masoca y, cuando pasaba por las rectificaciones, a las que uno llamaba "la gillotina", ibas creciendo con los meses. La colaboración acabó cuando el periódico claudicó.
Y no serás tú un chicha arrepentido que se ha venido a vivir a gc?...tanto viaje a competir alli con la familia mosquea.
ResponderEliminarYo empecé precisamente así. Sustituí a un amigo en las colaboraciones de atletismo y al cabo de unos meses me dijeron de colaborar en más cosas y me dieron una mesa.
ResponderEliminarInteresante.
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