Ser comentarista de fútbol en televisión es
una profesión de riesgo. Anoche, no habían pasado ni tres minutos del inicio
del Real Sociedad-Barça, cuando ya le estaban preguntando a Jose Mari Bakero
sobre planteamientos tácticos de los dos equipos.
Y Bakero se tuvo que arriesgar. "...El Barça ha arrancado con la clara intención
de tener la posesión de la pelota y de presionar arriba cuando no la tiene, con
un claro 3-4-3. La Real, por su parte, está jugando con una fuerte presión en
el centro del campo, buscando el robo del balón y rápidos contragolpes...."
En esos tres primeros minutos, Pinto había
tocado la pelota dos veces, Piqué había desbaratado ya alguna clara ocasión de
la Real y, hasta el mismísimo Xavi había mandado el balón al cielo de Anoeta en
un despeje dentro del área del Barça.
Por momentos, Bakero me recordó a aquellos
meteorólogos de la tele en blanco y negro que no acertaban ni una. Ser
comentarista deportivo y que te pongan un micrófono delante nada más empezar un
partido, con la intención de que hagas una lectura del mismo, conlleva un gran
riesgo. No estaría de más una buena póliza de responsabilidad civil, en la que todos nosotros figurásemos como beneficiarios.